Colocaron plaqueta recordando "La Industrial S.A."

Colocaron plaqueta recordando "La Industrial S.A."

En Rambla de los Argentinos entre Freire y Trápani fue descubierta una plaqueta que señala el lugar donde funcionaba “La Industrial S.A”.

Del acto promovido por la Asociación de Fomento y Turismo con motivo del “Día del Patrimonio” 2021 participó el Alcalde del Municipio de Piriápolis René Graña.

 
Un brindis en la entidad, con presencia de Paula Álvarez última funcionaría en cerrar las puertas de “La Industrial S.A”, cerró la conmemoración.
 
Los remates y “La Industrial”
 
Como comerciante Francisco Piria había dado muestras de habilidades singulares y en 1873 con 26 años contaba con capital y un método propio de trabajo gracias al cual había conseguido clientes fruto de diferentes emprendimientos desde que se ofrecía para llevar maletas de viajeros en Montevideo.
 
Su sagacidad para leer lo que pasaba y generaba réditos en la sociedad en que vivía lo llevó a identificar una actividad incipiente: los remates de tierra.
 
Rápidamente se orientó hacia allí pero no priorizando sólo dividendos generando terrenos  que permanecían despoblados por muchos años. Piria pensó generar en torno a los remates de tierra un plan de operaciones que le sirviera a él y a sus clientes con desarrollo real.
 
Un tema que debió resolver fue el de atraer interés . Su capacidad de razonamiento le llevó decidir la compra de tierra que luego fraccionaría y vendería.
 
Él compraría determinada cantidad de tierra, la fraccionaría en solares y la vendería en cuotas.
 
Atrajo a la gente a sus remates de tierras con los mismos métodos con que había atraído gente a la tienda que tenía: llamando la atención y convenciendo sobre el  sistema de ventas haciéndolo más promisorio que invertir los ahorros en el banco. Para ello recurrió a folletos escritos de manera clara y directa, gratuitos y distribuidos en grandes cantidades. 
 
Estaba en génesis “La Industrial” que, como un aviso en “La Nación” de Argentina señalaba, “compra y vende terrenos en la capital y sus contornos, ya sea solares, chacras, quintas o huertas. Para tratar concúrrase a la oficina de La Industrial (que sin ser banco, hace muchas más operaciones que muchos titulados bancos reunidos), calle Treinta y Tres Nº 160”.
 
El 5 de noviembre de 1891 compró 2700 cuadras, desde la falda del cerro “Pan de Azúcar” hasta el mar, luego de visitar destinos europeos que le permitieron valorar  las costas uruguayas. 
 
Piria visitó Punta del Este, pero no le gustó por considerarlo pequeño para sus proyectos, pero tuvo otra percepción sobre la actual Piriápolis.
 
El campo era un desierto y algunos alambrados caídos lo que llevó al agrimensor actuante a considerar una “locura”, pensar una ciudad a partir de ello.
 
La idea y posterior concreción le valió una medalla de oro en 1910 y un premio de 10 mil pesos que destinó para la construcción de la escuela de Piriápolis.
 
Baltazar Brum, Presidente de la República, cuando visitó Piriápolis dejó escrito:
 
“Entre nosotros, hasta ahora, sólo se agradecen los servicios prestados por los héroes.
 
Pero cuando la consciencia pública amplíe su concepto sobre la gratitud, los hombres que, como Piria, han consagrado toda su vida en crear una obra de alta civilización, figurarán con justo título, en la galería de los grandes bienhechores del país”.
 
“La Industrial” fue la base del desarrollo de la zona oeste del departamento, y parte importante, en el del país.
 
(en base a “Francisco Piria-El hombre y su obra” de Jorge Floriano) 
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