Fernando “Pino” Solanas, emblemático cineasta, político y militante argentino, falleció a los 84 años en París, días después de haber sido internado en un hospital por coronavirus, informó el sábado el ministerio de Relaciones Exteriores argentino. “El exilio de Gardel (Tangos)”, fue galardonado en la Mostra de Venecia en 1985, y en 1988 Solanas recibió el premio al mejor director en el festival francés de Cannes por su largometraje “Sur”. Su muerte ha comenzado a provocar sentidos mensajes de pésame en círculos políticos y culturales.
“Enorme dolor por Pino Solanas. Murió en cumplimiento de sus funciones como embajador de Argentina ante la Unesco”, afirmó en Twitter el ministerio. “Será recordado por su arte, por su compromiso político y por su ética puesta siempre al servicio de un país mejor”, agregó.
Solanas había anunciado en Twitter, el 16 de octubre, que él y su mujer, Ángela Correa, habían contraído el covid-19 en la capital francesa, donde se encuentra la sede de la Unesco, y que él se encontraba en el hospital bajo observación médica. En la imagen que acompañaba al mensaje, se veía al cineasta en una cama de hospital y con mascarilla.
Cinco días más tarde, el laureado director afirmó que su estado era “delicado” pero que seguía “resistiendo”. Fue su último mensaje en la red social.
Solanas fue un cineasta comprometido, revolucionario y prolífico y también un político perseverante y apasionado.
En 1992 fue elegido senador por la ciudad de Buenos Aires, un año después fue diputado por el Frente Grande, también fue candidato a presidente en 2007 por el movimiento Proyecto Sur, progresista, ecologista y de centro-izquierda, en alianza con el Partido Socialista Auténtico. En junio de 2019 anunció que se unía al Frente de Todos y respaldó la fórmula presidencial de Alberto Fernández y Cristina Fernández.
Manifiesto Hacia un Tercer Cine
Nacido el 16 de febrero de 1936 en Buenos Aires, Solanas debutó en el cine en 1962, con el cortometraje “Seguir andando”. En 1967 dirigió el documental “La Hora de los Hornos”, una trilogía codirigida con Octavio Getino, de más de cuatro horas de duración que se ha convertido en un símbolo del cine comprometido políticamente, de la denuncia y de la resistencia ante la dictadura.
Es una película que batió récords de popularidad en Argentina aunque tuvo que verse en la clandestinidad, mientras recibía premios en Italia, Alemania y Francia.
Solanas también dirigió entre otros “Perón: Actualización política y doctrinaria para la toma del poder”, una entrevista a Juan Domingo Perón, que se tornó un documento venerado por los jóvenes peronistas de la época.
Su documental “Memoria del saqueo”, sobre la precaria condición social y económica de Argentina, fue presentado en el Festival de Cine de Berlín en 2004, el mismo año en que Solanas recibió un Oso de honor de reconocimiento a su carrera.
“El exilio de Gardel (Tangos)”, de 1985, fue galardonado en la Mostra de Venecia, y Solanas recibió el premio al mejor director en el festival francés de Cannes por su largometraje “Sur”, en 1988.
El fallecido director es coautor del manifiesto “Hacia un Tercer Cine”, un movimiento latinoamericano surgido en los años 60, en oposición a un lenguaje cinematográfico dominante, comercial y dictado sobre todo desde Estados Unidos.
“La lucha antiimperialista de los pueblos del Tercer Mundo, y de sus equivalentes en el seno de las metrópolis, constituye hoy por hoy el eje de la revolución mundial. Tercer Cine es para nosotros aquel que reconoce en esa lucha la más gigantesca manifestación cultural, científica y artística de nuestro tiempo, la gran posibilidad de construir desde cada pueblo una personalidad liberada: la descolonización de la cultura”, decían en el manifiesto Solanas y Octavio Getino, cofirmantes de este manifiesto.
A principios de octubre Solanas se reunió con el papa Francisco en el Vaticano, una de sus últimas actividades públicas, para conversar sobre proyectos para luchar “contra el cambio climático y los derechos de la Madre Tierra”, según dijo el propio Solanas en Twitter.
Su muerte ha comenzado a provocar sentidos mensajes de pésame en círculos políticos y culturales.
Fuente: RFI