Según informa Ukrinform con referencia a CNN, así se ha declarado por el director de programas de Emergencias de UNICEF, Manuel Fontaine.
“En solo seis semanas, casi dos tercios de todos los niños ucranianos han sido han sido desplazados. Tuvieron que dejar todo: sus hogares, escuelas y, a menudo, miembros de la familia”, dijo Fontaine interviniendo ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Destacó que de los 3,2 millones de niños que se estima han permanecido en sus hogares, casi la mitad puede enfrentar la inseguridad alimentaria. Como consecuencia del bombardeo contra la infraestructura y los cortes de energía en Ucrania, alrededor de 1,4 millones de personas quedaron sin acceso al agua. Otros 4,6 millones tienen acceso limitado a los recursos.
Fontaine agregó que la situación es aún peor en Mariupol y Jersón, “donde los niños y sus familias se sientan durante semanas sin agua ni saneamiento, sin suministros regulares de alimentos y atención médica”. Están escondidos en casas y sótanos, esperando que terminen los bombardeos y la violencia”.
El director de programas de Emergencia de UNICEF también expresó su preocupación por la existencia de “restos explosivos de guerra”, que ponen a los niños en riesgo de muerte y lesiones, así como la obstrucción de la educación.
“El cierre de escuelas en todo el país está afectando el aprendizaje y el futuro: 5,7 millones de niños en edad escolar y 1,5 millones de estudiantes de educación superior”, dijo Fontaine.
El 24 de febrero, el presidente ruso, Vladímir Putin, lanzó una invasión a gran escala de Ucrania. Las tropas rusas cruzaron las fronteras de Ucrania desde el norte, el este y Crimea al mismo tiempo. Destruyen ciudades, bombardean y destruyen infraestructura clave, viviendas, matan a civiles y cometen crímenes de lesa humanidad.
Ukrinform