Desde marzo de 2020, el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa) no registró casos de suicidios entre sus internos, informó la presidenta del organismo Rossana de Olivera, este martes 8. La jerarca difundió las cifras de la actual gestión, en la que se destaca, además, el descenso significativo de los intentos de autoeliminación en los centros. La institución atiende a más de 600 adolescentes.
Durante estos tres años y medio de gestión, no se registraron casos de suicidio en los centros de Inisa, informó De Olivera a Comunicación Presidencial. Asimismo, destacó la disminución en los intentos de autoeliminación: 181 casos en 2019, 89 en 2020, 73 en 2021, 33 en 2022 y 7 en 2023.
Esta reducción de las cifras responde al trabajo de cada centro en tratamientos terapéuticos; la práctica sostenida del deporte; las actividades en la comunidad y la contención emocional que reciben los adolescentes recluidos, sostuvo.
La titular del Inisa consideró que la inversión para incentivar a la práctica de deportes fue una herramienta, que sobre todo, durante la emergencia sanitaria, contribuyó al descenso de las cifras de la referida problemática. A través del sentido de pertenencia de los adolescentes a un equipo, el aumento de la disciplina y el respeto hacia las reglas de juego, se logró fortalecer la tolerancia a la frustración, y disminuir el nivel de violencia, aseguró.
Añadió que el incremento de las oportunidades para los jóvenes internados es otro de los factores que colaboraron a promover ese cambio, como la incorporación a la oferta educativa existente de la acreditación de haberes por parte de la UTU y la realización de salidas didácticas y otras actividades.
“No queremos que reincidan en el delito”, expresó De Olivera. Al egresar deben tener los instrumentos necesarios para evitar esa situación y “la UTU es una herramienta muy potente” para lograrlo, dijo. En ese sentido, informó que los niveles de reincidencia bajaron de 36% en el período 2018-2019 a 24% en 2021-2022.
El Inisa alberga en sus 13 centros en todo el país a unos 260 adolescentes privados de libertad y 350 con medidas alternativas a la privación. Unos 800 funcionarios mantienen trato directo con los adolescentes, pero no han recibido formación específica para ese rol.
Por eso, Inisa creará, junto con la Unión Europea, una academia de formación continua y permanente, bajo el Programa de Asistencia contra el Crimen Transnacional Organizado. El objetivo es capacitar a los formadores, que son “la llave del éxito de una buena medida socioeducativa” y que “sean profesionales de la tarea que realizan; es potenciar el trabajo y redundara en la vida de los propios adolescentes”, ratificó.