“Anticiparse al futuro es muy difícil cuando las medidas que se toman no son parte de una negociación sino unilaterales, ya que aún no fuimos advertidos de la decisión sobre licencias de importación”, dijo el canciller Rodolfo Nin Novoa sobre la declaración pública del ministro de Agricultura de Brasil de suspender la compra de lácteos uruguayos. “Esto se zanja únicamente en base a negociaciones, diálogo y diplomacia”, añadió.
Nin Novoa se refirió este miércoles 11, en conferencia de prensa junto al ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, a las expresiones públicas del titular de la cartera de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, sobre detener la importación de productos lácteos procedentes de Uruguay.
Dijo que el gobierno de Uruguay trabaja intensamente en la solución de este problema que se planteó el martes 10 e informó que de inmediato se comunicó con las cooperativas lecheras, con el Instituto Nacional de Leche (Inale), con el instituto Uruguay XXI, con el embajador y con el canciller brasileño, Aloysio Nunes Ferreira, quien le aseguró que trabajará intensamente para que no se afecten las relaciones entre ambos países.
También intentó comunicarse con el Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios, de Brasil, con cuyas autoridades prevé tomar contacto en el correr de la tarde del miércoles 11.
Añadió que tomó con “sorpresa y estupor” esta noticia, porque si se analizan las cifras de comercio que hay entre Uruguay y Brasil, es “absolutamente insostenible que se diga que Uruguay triangula leche para venderle a Brasil”.
“Uruguay le vende 100.000 toneladas de leche entera y descremada por año a Brasil y, por otro lado, importa 300 toneladas de otros países, sobre todo para la fabricación de helado y la industria dulcera”, aseguró Nin Novoa.
“Por tanto, entre las 100.000 toneladas que vendemos y las 300 que compramos es absolutamente improbable que podamos estar triangulando materia prima para venderle a Brasil”, insistió.
El jerarca señaló que los argumentos comerciales son insostenibles y que tampoco se los puede sostener a partir de la legislación comercial mundial. “Esto es francamente violatorio de las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en materia de plazos y condiciones para las licencias de importación y exportación”, argumentó Nin Novoa. “Estamos muy tranquilos desde ese punto de vista”, añadió.
“No queremos tomar medidas espejo, pero esto lo consideramos una hostilidad de las políticas comerciales de Brasil, que no se justifica desde ningún punto de vista. Pero, además, es inconveniente en momentos en que se negocia con la Unión Europea (UE) para ver si tenemos (con el Mercosur) acceso a mejores mercados de los que tenemos. Cuando los negociadores de la UE ven cómo, entre nosotros nos seguimos poniendo trabas, nuestra posición se vuelve muy inconsistente y nos deja un flanco muy grande en el futuro de las negociaciones”, aseguró el ministro.
El canciller explicó que anticiparse al futuro es muy difícil cuando las medidas que se toman no son parte de una negociación sino de medidas unilaterales, ya que aún no fueron advertidos de la decisión que tomaron sobre las licencias de importación. “Esto se zanja únicamente en base a negociaciones, a diálogo, a diplomacia, y si de algún lado ha faltado eso, no fue del lado uruguayo”, expresó.
Aseguró que el gobierno nacional trabaja en forma intensa y con seriedad con las correspondientes consultas al Ministerio de Economía y al de Industria cuando se trata de ese sector, en forma permanente, el que está de acuerdo con este ámbito de negociación que se trazó y con la adopción de alguna medida que haya que tomar, aunque no guste, para defender el interés nacional.
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