Un predio rural de 7 hectáreas, sin permisos, estaba afectando el monte nativo, abriendo calles y desmontando la zona.
Los vecinos, movilizados por la situación, pidieron información a la Dirección de Urbanismo de la Intendencia de Maldonado.
Al constatar que el proyecto no contaba con las habilitaciones correspondientes, realizaron denuncias formales en el Municipio de Solís Grande, la Intendencia de Maldonado, el Ministerio de Ambiente y la Dirección Forestal del MGAP.
Este lunes 21 de agosto, inspectores del Municipio de Solís Grande se presentaron en el lugar y detuvieron las obras.
La organización y el trabajo coordinado de los vecinos fueron claves para que la respuesta de las autoridades fuera rápida.
Además, los vecinos contaron con un protocolo de actuación en caso de denuncias ambientales o similares. Este protocolo, que se elaboró tras el caso de afectación ambiental en el Arroyo Zanja Honda, busca evitar que se repitan casos como este, en los que la respuesta de las autoridades se demora.
En este caso, la respuesta fue rápida y efectiva, gracias a la organización de los vecinos.
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