Shakira ofreció este miércoles por la noche un espectáculo imponente en el Estadio Centenario ante más de 50.000 personas. A pesar de comenzar con más de una hora de retraso, la artista colombiana desplegó un show de altísima producción que combinó tecnología de punta, coreografías precisas y una energía arrolladora.
Desde temprano, miles de fanáticos colmaron el estadio, muchos de ellos evocando la estética clásica de la artista con caderines metálicos. Pasada la medianoche, Shakira irrumpió en escena y, desde el primer segundo, marcó el ritmo de una presentación pensada para impactar. Una pantalla gigante de casi 50 metros, plataformas móviles y un diseño escénico de gran escala conformaron un espectáculo pocas veces visto en Uruguay.
Durante dos horas, la cantante mantuvo la intensidad sin pausas. Interpretó una extensa selección de éxitos que repasaron su trayectoria, desde “Inevitable”, “Suerte” y “Antología”, hasta “TQG”, “La bicicleta”, la Session con Bizarrap y otros hitos que acompañaron a distintas generaciones de fans.
También hubo espacio para momentos más íntimos en formato acústico, como “Antología” y “Día de Enero”, que fueron recibidos con especial emoción por el público. La artista dedicó esta última “a los buenos amigos”, un gesto que resonó con los asistentes.
Una de las ovaciones más fuertes llegó cuando Shakira recordó que en Uruguay compuso canciones fundamentales de su carrera, entre ellas “Underneath Your Clothes” y “Waka Waka”. Además, sorprendió al incorporar una clave de candombe en la versión salsera de “Chantaje”, gesto que el público celebró con entusiasmo.
Aunque la puesta exigió varios cambios escénicos que interrumpieron el ritmo del show, cada regreso al escenario renovó la intensidad. El cierre, marcado por la Session con Bizarrap, confirmó su vigencia y su dominio escénico.
Shakira dejó el Estadio Centenario con un público eufórico que despidió una de las presentaciones internacionales más destacadas de los últimos años en Uruguay.
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