Diego González, el guardavidas que halló el cuerpo de Franco Toro, el ciudadano argentino que se arrojó al mar en Punta del Este para salvar a una mujer, relató los dramáticos momentos de la búsqueda.
“Más o menos a las diez de la mañana salí con la moto de agua. Cerca del mediodía ya había recorrido varios puntos, desde La Barra hasta El Emir. Sentía un presentimiento porque el día anterior había hablado con la madre de Franco y le aseguré que lo encontraríamos. En una de las vueltas me adentré más y noté algo en el agua. Al principio pensé que era un lobo marino muerto, algo común por aquí, pero al acercarme me di cuenta de que era él”, relató González.
La búsqueda había comenzado días antes con el equipo de guardavidas, quienes se levantaban desde las seis de la mañana para recorrer diversas áreas. “Ayer no pudimos buscar porque el mar estaba muy complicado, pero hoy las condiciones nos permitieron usar la moto. Sabíamos que debía aparecer pronto, pero el cambio en las condiciones del mar nos preocupaba. Normalmente el viento sopla hacia el Emir, pero el pampero cambió todo, complicando la búsqueda”, agregó.
La dinámica de la Playa Brava, explicó González, es muy particular y peligrosa. “Es una zona complicada, con corrientes fuertes cerca de las rocas. Franco se lanzó para ayudar a una o dos personas, pero lamentablemente no tenía la experiencia necesaria para hacerlo de forma segura. Perdió la vida en una zona muy peligrosa, especialmente con las condiciones de ese día”.
González concluyó detallando el protocolo seguido al encontrar el cuerpo: “Cuando encontramos un cuerpo en el agua, es Prefectura quien lo retira y lo traslada. No es adecuado llevarlo a la orilla, menos aún con la gente presente y considerando el estado en el que se encuentra”.
Leave a comment