En su alocución, el secretario de Estado se refirió a los desafíos enfrentados en los últimos tres años debido a la pandemia de COVID-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania, acontecimientos que incidieron en las posibilidades de empleo y los niveles de inflación.
Destacó que, a pesar de esta coyuntura, Uruguay alcanzó una recuperación del empleo en guarismos que superan a los años anteriores a esos sucesos. Asimismo, añadió que la reducción del poder adquisitivo del salario ocurrida en 2020 se encuentra en una fase de restauración.
Expresó que la preexistencia en el país de una red importante de protección social fue decisiva en la amortiguación del impacto de la pandemia en cuanto al ámbito laboral, dado que permitió el uso de subsidios por desempleo y enfermedad. En ese sentido, dijo que estas circunstancias aumentaron la valoración de la formalidad en los trabajos, por lo que la informalidad pasó del 25%, de los años previos a la pandemia, al 20% en la actualidad.
“En nuestro país acabamos de aprobar una profunda reforma de la seguridad social que asegura la sostenibilidad fiscal a mediano plazo”, enfatizó. Complementó al mencionar que estas transformaciones garantizarán las prestaciones jubilatorias y pensionarias a las nuevas generaciones y mejorarán las jubilaciones de menor valor. Agregó que esto último se logrará al unificar los subsistemas de previsión social y aumentar la edad de retiro a 65 años. “Va en línea con nuestras características demográficas”, subrayó.
Mieres aludió a los desafíos actuales respecto al trabajo vinculados a la revolución tecnológica y a los efectos de la automatización, robotización e inteligencia artificial en la desaparición inminente de puestos.
“Frente a esta situación nos parece fundamental que los estados respondamos desarrollando y expandiendo nuestras redes de protección social, construyendo y promoviendo la formalidad laboral, así como la capacitación y el cambio educativo”, reflexionó.
También se refirió a los cambios en la distribución del tiempo de trabajo y a la posibilidad de la reducción de la jornada laboral. Al respecto, indicó que la flexibilidad y transformación no pueden representar una pérdida de derechos y protección de los trabajadores, por lo que resaltó la relevancia del diálogo social tripartito.
“En nuestro caso, el diálogo social tripartito durante estos años ha jugado un papel fundamental en la definición de las estrategias para enfrentar la pandemia, el impacto inflacionario y la recuperación del empleo y del salario”, puntualizó.
Por último, resaltó la realización, por parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de la Cumbre sobre el Mundo del Trabajo y la calificó como oportuna debido al actual estado de situación mundial.