El Director General de Tránsito y Transporte de la Intendencia de Maldonado, Juan Pígola, participó del programa Radio con Todos en RBC, donde abordó la problemática de las motos infractoras que circulan sin cumplir con las condiciones mínimas exigidas y realizan maniobras peligrosas.
Pígola señaló que en localidades como Pan de Azúcar, Piriápolis, Aiguá y San Carlos existe un núcleo de infractores claramente identificado: “Quizás no se los pueda detener en el momento de la infracción, pero con una actitud inspectiva y de dedicación, es posible localizar el vehículo, incautarlo junto con la fuerza pública y actuar como corresponde. A veces, lo que falta es incentivar a los cuerpos inspectivos para que actúen”, expresó.
Destacó que en Maldonado, gracias al trabajo conjunto con la Policía, se han logrado avances importantes, y señaló que espera que ese modelo se aplique en todo el departamento. “Aquí en Piriápolis, en la administración pasada y por mandato del intendente, se intervino desde la Dirección General. Sin embargo, hay que generar voluntad para actuar”, afirmó.
En ese sentido, mencionó que se ha planteado la posibilidad de centralizar el control de los cuerpos inspectivos a nivel departamental, dado que, aunque existe cierta incidencia desde la Dirección General, las acciones concretas siguen dependiendo de los municipios, según establece el tercer nivel de gobierno.
Pígola también se refirió al rol de la Justicia: “No sé cuál será la voluntad del futuro intendente respecto a las intervenciones. Actualmente, Maldonado, Punta del Este y Piriápolis están actuando. Pero es fundamental que la Justicia intervenga. Para que se entienda: el Departamento de Maldonado ha enviado mil oficios al Tribunal de Faltas solicitando procesamientos, y ninguno ha tenido actuación”.
Agregó que cuando algún juez o fiscal actúa sobre estos expedientes, se nota el impacto inmediato: “Empiezan a querer sacar la licencia de conducir de forma apresurada, pagar la multa o demostrar cumplimiento para evitar tareas comunitarias. Pero si no hay respuesta judicial, pasados 180 días las sanciones se archivan”.
Sobre los radares de control de velocidad, informó que desde su implementación, entre marzo de 2023 y abril de 2025, las infracciones se redujeron casi un 50 %, lo que atribuyó a un cambio de conducta por parte de los conductores. “Son herramientas que deben ir acompañadas por educación. Hoy no recibimos quejas ni denuncias por mala conducta de inspectores, algo que era habitual en el pasado. Eso también es educar”, subrayó.
Asimismo, recordó que durante un año y medio se realizaron reuniones semanales en Piriápolis con los inspectores de la zona oeste, lo que permitió buenos resultados. No obstante, reconoció que el trabajo se desestimuló por distintas causas: “Las exigencias del servicio, las licencias, la carga de trabajo, y también algunas actitudes políticas. Gobernar no es ser amigo de todo el mundo”, remarcó.
Finalmente, denunció que en zonas como Piriápolis, Pan de Azúcar y Solís, no hay cuerpo inspectivo disponible después de las 22:30 horas, lo cual consideró grave. “Me sorprendió enterarme de eso. Lo pregunté y me lo confirmaron. La población necesita una respuesta”, concluyó.
