Los padres de Madeleine McCann, una niña británica que desapareció de un apartamento durante las vacaciones de su familia en Portugal hace 15 años y atrajo el interés mundial, dicen que tienen la esperanza de que los esfuerzos de la policía en tres países para resolver el misterio eventualmente traerá respuestas.
Kate y Gerry McCann, ambos médicos británicos que viven en Inglaterra, dijeron en un comunicado con motivo del aniversario de la desaparición de su hija el martes que se cometió “un crimen verdaderamente horrible” el 3 de mayo de 2007.
Dijeron en el sitio web creado para ayudar a encontrar a Madeleine que “nuestra necesidad de respuestas, de la verdad, es esencial”.
Agradecieron a la policía británica, portuguesa y alemana que continúan trabajando en lo que sucedió cuando la niña de 3 años desapareció de su cama en la región del Algarve, en el sur de Portugal. Estaba en la misma habitación que su hermano y hermana gemelos de 2 años mientras sus padres cenaban con amigos en un restaurante cercano.
El mes pasado, los fiscales portugueses acusaron formalmente al último sospechoso en la investigación.
No nombraron al sospechoso, de acuerdo con las leyes de privacidad portuguesas, pero dijeron que estaban actuando a pedido de las autoridades alemanas y en coordinación con los investigadores británicos.
A mediados de 2020, la policía alemana identificó a Christian Brueckner, un ciudadano alemán de 45 años que estuvo en el Algarve en 2007, como sospechoso del caso. Brueckner ha negado cualquier participación en la desaparición de Madeleine.
La acusación portuguesa impide la prescripción de la causa. La caducidad se habría producido 15 años después de ocurrido el presunto delito, pero acusar a un sospechoso detiene ese conteo.
La desaparición de Madeleine despertó el interés mundial, con reclamos públicos de haberla visto extendiéndose hasta Australia, y provocó la publicación de libros y documentales de televisión sobre el caso.
Las recompensas por encontrar a Madeleine alcanzaron varios millones de dólares.
El caso involucró desarrollos sensacionales. En un giro dramático, los padres de Madeleine fueron nombrados brevemente como sospechosos oficiales después de que la policía encontrara rastros de sangre en su automóvil de alquiler de vacaciones.
AP
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