Se llevaron un Cristo días atrás, y ayer al mediodía, el cableado del equipo de amplificación y parte del cableado de la iluminación exterior de la Iglesia.
“Hacemos todo el esfuerzo posible por tener la iglesia abierta, pero lamentablemente tenemos que reducir el horario, porque no sabemos dónde vamos a parar con esto. Hay gente que no tiene ningún código” dijo a RADIO RBC el Presbítero Francisco Gordalina, Padre Paco, párroco de Piriápolis.