La nueva presidenta del Colegio de Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay, Cristina Freire, se refirió a los nuevos desafíos con los que cuentan los profesionales del área en este nuevo mundo de inteligencia artificial, de transformación y en donde es cada vez más importante la ciberseguridad. En ese sentido, Freire aseguró que se trata de un “desafío permanente” ya que los ámbitos de actuación “se ven afectadas por los cambios en el mundo”.
“La contabilidad, hoy deja de ser la vieja teneduría de libros, a pesar de que las normas legales absurdamente mantienen algunos requisitos y formalidades, y pasa a ser un complejo arte que requiere cada vez más estudio y profesionalización”, sostuvo Freire quien fue elegida por segunda vez para presidir el CCEAU.
En ese marco, sostuvo que con el aumento de la digitalización, la seguridad de los datos financieros “es crucial”. “Los contadores deben estar bien informados sobre las mejores prácticas en ciberseguridad para proteger la información financiera confidencial, y garantizar el secreto profesional de la relación con sus clientes”, indicó la contadora, quien posee 40 años de experiencia profesional en distintas empresas y organizaciones.
Explicó, a su vez, que el uso de los datos contables, gracias a los sistemas de gestión e información, permiten al contador economista o administrador disponer de una serie de información basada en datos contables que es fundamental a la hora de tomar cualquier decisión que afecte a la empresa en la que trabaja.
De acuerdo a Freire, actualmente, la tecnología está revolucionando la contabilidad en cuanto al tratamiento de los datos, ya que la automatización, el uso de inteligencia artificial (IA) y el análisis de grandes datos (Big Data) están redefiniendo las tareas diarias de estos profesionales.
“Esto significa que los contadores, que siempre han cumplido roles de asesores estratégicos a la hora de la toma de decisiones, centrados en el análisis y la interpretación de datos, hoy cuentan con la posibilidad de una base de información mucho más amplia que en el pasado. Un verdadero arte es la selección de la información útil para tomar una decisión”, indicó la contadora.
A pesar de ello, Freire sostuvo que con el desarrollo de los sistemas de información, las tareas contables rutinarias no dejan de ser importantes, ya que “son la base que nutren los sistemas de contralor y que permiten la evaluación de la gestión”.
“La mayor información disponible permite a los contadores, administradores y economistas, asumir roles más consultivos. Ahora se espera que ofrezcan asesoramiento estratégico, ayudando a las empresas a interpretar los datos financieros y a tomar oportunas decisiones. Esto requiere que el profesional tenga un mayor conocimiento de la gestión empresarial y habilidades analíticas avanzadas, así como una actualización permanente en su rubro. No solo la tecnología cambia, sino también las leyes fiscales y financieras también”, aseveró la presidenta del CCEAU. En ese sentido, contó que el Colegio ofrece una gama importante de eventos en relación a la actualización profesional y el desarrollo del conocimiento en áreas específicas
En cuanto a la ética y la transparencia, Freire explicó que la profesión de contador siempre ha estado ligada a la ética y la transparencia. “En un entorno empresarial cada vez más complejo y regulado, los contadores deben mantener altos estándares éticos y estar preparados para enfrentar desafíos relacionados con el cumplimiento y la transparencia financiera. En un mundo complejo, la actividad del profesional, enfrenta acechanzas preocupantes, como sobornos, corrupción y debe quedar muy claro que los profesionales en ciencias económicas, socios del CCEAU, tienen sus normas de ética que se refiere a la responsabilidad en el ejercicio profesional, con la sociedad, con la profesión sus colegas y sus clientes”, aseguró.
Asimismo, destacó que la contabilidad no solo se trata de números financieros, sino que hay una creciente demanda por reportes de sostenibilidad y de factores ambientales, sociales y de gobernanza. “Los contadores deben estar preparados para evaluar y reportar sobre estos aspectos, que son cada vez más importantes para los inversionistas y otras partes interesadas. La empresa en marcha no solo se evalúa a través de sus números sino que también a futuro, sobre su estrategia sobre la sostenibilidad y el medio ambiente”, dijo Freire.
La globalización de los negocios también representa un desafío para estos profesionales ya que ha llevado a los contadores, economistas y administradores a tener una mayor necesidad de conocimiento en normas internacionales de contabilidad y reportes financieros (IFRS).
“Los contadores deben ser competentes en estas normas y entender cómo se aplican en diferentes jurisdicciones. En una globalización cada vez más regulada, es necesario la mirada y el análisis más allá de la recopilación de datos, para minimizar riesgos y optimizar los objetivos de las empresas”, dijo Freire y agregó que la profesión contable se está transformando hacia un rol “más estratégico y consultivo, impulsado por la tecnología, la globalización y la necesidad de transparencia y sostenibilidad”.
“Adaptarse a estos cambios y continuar desarrollando nuestras habilidades es esencial para seguir siendo relevantes y valiosos en el mundo empresarial moderno”, consideró la presidenta del CCEAU.
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