Las cañitas voladoras y los fuegos artificiales con poder explosivo pueden causar lastimaduras, quemaduras y aumentar el peligro de incendios forestales, tanto por el mal uso de estos artefactos como por fogones sin el cuidado adecuado.
Viviana Borlinqui, Jefa del Destacamento de Bomberos de Piriápolis, expresó a RADIO RBC que, en relación al uso de fuegos artificiales, es importante utilizarlos en lugares donde no haya mucha vegetación. “De esta manera evitamos que, por un fuego artificial que se desvíe, se pueda generar un principio de incendio. En esta zona, especialmente cerca de viviendas, la vegetación es abundante y un incendio de campo puede convertirse fácilmente en un incendio forestal”, dijo Borlinqui.
Además, destacó la importancia de supervisar a los niños si van a usar fuegos artificiales, asegurándose de que sean adecuados para su edad. También advirtió sobre los riesgos de usar estos productos cerca de viviendas con techos de quincho, y la necesidad de tener precaución al lanzarlos en la vía pública, ya que los vehículos en circulación podrían verse afectados.
Respecto a los campamentos, Borlinqui instó a que se mantengan las instalaciones en condiciones seguras, evitando la acumulación de hojarasca que podría generar incendios. También enfatizó que las brasas mal apagadas de un asado pueden ser el origen de un incendio, que luego podría propagarse hacia áreas arboladas, especialmente en lugares cercanos a la vegetación, como el Cerro del Toro.
“La clave está en la prevención. Es fundamental estar preparados antes de que ocurra un incidente. Trabajemos juntos para prevenir y, en caso de que un incendio ocurra, controlarlo lo más rápido posible”, añadió. En cuanto a la gestión de incendios, explicó que mantener las áreas limpias y con vegetación controlada ayuda a ralentizar la propagación y facilita su control.
Por último, señaló que el destacamento de Piriápolis sigue funcionando con su personal de guardia las 24 horas, y que ya ha llegado el refuerzo de personal zafral.
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