El viernes pasado en el treinta aniversario del Mercosur se dio un cruce entre Alberto Fernández y Luis Lacalle Pou. El mandatario uruguayo dio a entender que el bloque regional representa actualmente un lastre y el presidente argentino invitó a “bajarse del barco” a todos aquellos que así lo consideren. Luego de la escalada, fuentes de la Cancillería confirmaron a Ámbito que Argentina está dispuesta a discutir aranceles. Al mismo tiempo, instaron al país vecino a presentar por escrito su propuesta para flexibilizar el bloque.
El foco del conflicto está centrado hoy en dos cuestiones: la posibilidad de desarrollar negociaciones con otros países por fuera del bloque y la baja de aranceles externos comunes. Si bien estos debates vienen dándose desde hace años, la semana pasada se renovaron las tensiones luego del pedido de Uruguay y Brasil de flexibilizar el bloque.
En ese marco el Ministerio de Relaciones Exteriores (Argentina) llamó a Uruguay a presentar por escrito su propuesta para flexibilizar el Mercosur. “La palabra flexibilizar da lugar a muchas ambigüedades, necesitamos conocer la iniciativa concreta”, señaló el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería Jorge Neme.
El Gobierno no se cierra a discutir nuevos acuerdos. No obstante considera que el discurso de flexibilización “parece muy moderno pero después choca con la realidad de barreras sanitarias y las medidas de protección que cada uno de los países toma”. Citan el ejemplo de Corea que tiene en trámite hace más de 16 años el pedido argentino de certificado fitosanitario para poder exportar carne.
En ese sentido, en la cartera que conduce Felipe Solá explican que si cada país negocia solamente de forma independiente el Mercosur pierde razón de ser. “Si Uruguay firma un acuerdo de libre comercio con China y tiene la frontera abierta de Argentina, Brasil y Paraguay para esos productos nosotros perdemos una enorme capacidad productiva frente a bienes que pueden inundar el mercado”, detallan.
Según pudo saber este medio, Argentina se mostró dispuesta a llevar a casi 2.000 posiciones arancelarias a cero. Esto representaría eliminar barreras sobre el 22% del nomenclador común. No obstante, hay diferencias sobre algunos productos puntuales que podrían afectar de manera sensible a la industria local.
“Creemos que hay que actualizar el arancel externo común. Hay que hacer cambios y modificaciones que generen mejores oportunidades para nuestro sector empresario sin dejar de cuidar a todos aquellos sectores sensibles de la región, a los que todavía le faltan niveles de inversión, desarrollo y competitividad”, afirmó Neme.
En el Gobierno consideran que el episodio del viernes debe quedar atrás. Señalan que las palabras de Lacalle Pou fueron inoportunas y eso es lo que causa irritación. “Queremos negociar desde un Mercosur unido. Planteamos que la conmemoración de los 30 años del Mercosur era para reafirmar la unidad y seguir discutiendo y conversando sobre todos los temas”, señalan fuentes del ejecutivo.
La hoja de ruta marca que el 7 y 8 de abril habrá reuniones de Secretarios de cada una de las cancillerías. En ese encuentro se va a delinear la agenda a tratar y los cancilleres del bloque se verán las caras el 22 del mismo mes.
Fuente: Ámbito