El grupo Cipriani, que cuenta con una cadena hotelera de primer nivel en todo el mundo, con base en Europa, cerró la operación por más de 40 millones de dólares en las últimas horas de este domingo. A esto se suma un proyecto del arquitecto Rafael Viñoly por más de 200 millones de dólares.
En 2017 la administración envío a la Junta Departamental más de 40 proyectos para fomentar la construcción y por ende el trabajo. Entre ellos uno para reflotar el viejo ícono de Punta del Este mediante el cual se otorgaba un plazo de 180 días para facilitar la llegada de inversiones con el objetivo de recuperar el Hotel San Rafael y evitar así la caída de un ícono para Punta del Este y el mundo.
La iniciativa, votada en octubre del año pasado, por mayoría, pero no por unanimidad (solamente levantaron la mano los 16 ediles del Partido Nacional y el frentemplista Sergio Duclosson) despejó el camino para lograr que en breve el San Rafael recupere el porte que supo tener.
La misma se basaba en la modificación de la ordenanza general vigente para la manzana 815 de la ciudad de Punta del Este que tiene más de dos hectáreas de superficie, abriendo la oportunidad de construir dos torres a los costados del viejo hotel.
El grupo Cipriani, que cuenta con una cadena hotelera de primer nivel en todo el mundo, con base en Europa, cerró la operación por más de 40 millones de dólares en las últimas horas. A esto se suma un proyecto del arquitecto Rafael Viñoly por más de 200 millones de dólares.
El San Rafael representa una buena parte de la historia para Punta del Este. Desde el año 2011 había dejado de funcionar pasando del lujo que supo tener, al abandono. Ubicado en la parada 11 de la Brava, comenzó a ver la luz en 1945 cuando empezó su construcción que finalizó en 1948. Al frente del mismo estaba la familia Pizzorno. El gran ícono supo albergar la primera sala de juegos en Punta del Este que funcionó durante más de 40 años.
Distintas personalidades del mundo pasaron por el hotel durante décadas. Hubo algunos intentos por venderlo, pero siempre se frustraban, hasta que llegó la administración Antía para encontrar una solución.
De esta manera, el jefe comunal cumple una vez más con otra de sus promesas, lograr que vuelva el trabajo, la inversión, y recupera un ícono de Punta del Este para el mundo.
