Las consecuencias económicas de la pandemia han sido devastadoras para una gran cantidad de familias, en especial en Latinoamérica donde las condiciones laborales, muchas veces, no son las adecuadas. Las pequeñas empresas luchan por mantenerse a flote y adecuarse a las nuevas tendencias. Las empresas más grandes han tenido que recortar personal y muchos trabajadores han permanecido en sus hogares debido al aislamiento social. Detrás de la crisis económica que atraviesan numerosas familias, los gobiernos latinoamericanos han puesto en marcha distintos tipos de ayuda financiera para sobrellevar este período de inestabilidad.
Ayuda económica a empresas en Uruguay
El gobierno uruguayo, a través del Banco República, ha establecido líneas de crédito destinadas a pequeñas y medianas empresas a fin de que puedan pagar los salarios correspondientes a los meses de confinamiento. Asimismo, se ha decido aplazar el pago de los impuestos de la Dirección General Impositiva y el Banco de Previsión Social. En cuanto a los préstamos, las condiciones de financiación se han flexibilizado de manera que sea más sencillo acceder a ellos y solventarlos.
¿Qué ha sucedido en el resto de los países?
Como primera medida, varios gobiernos han suspendido el pago de los servicios básicos y el cobro a través de tarjetas de crédito. Esto supone un gran alivio para la población que, además, cuenta con facilidades para acceder a préstamos con bajas tasas de interés y plazos de devolución extendidos. Por su parte, Perú ha establecido el pago de un bono de 100 dólares destinado a los ciudadanos más vulnerables y Ecuador, de 60 dólares. Esta última ayuda corresponde a un pago bimensual dirigido a más de 400 000 personas.
Argentina, junto con la Administración Nacional de la Seguridad Social, ha preparado un bono extraordinario, a pagar en dos veces, destinado a aquellas familias que no pueden sostenerse económicamente. Este bono, llamado Ingreso Familiar de Emergencia, ha otorgado 10 000 pesos argentinos a más de ocho millones de personas en situación de emergencia y ha priorizado a aquellas familias que no perciben salarios formales ni cuentan con ayuda adicional del gobierno para subsistir.
Chile ha entregado el Subsidio Único Familiar dirigido a aquellas personas más vulnerables que no cuentan con ingresos provenientes de otros subsidios familiares o maternales. El monto de este bono es de 13 000 pesos chilenos y las personas discapacitadas reciben el doble. Además, los beneficiarios de asignaciones familiares o maternales reciben asistencia médica y odontológica gratuita. Por último, el gobierno ha facilitado distintas alternativas para el pago de los servicios esenciales, como electricidad y agua.
Las medidas económicas adoptadas por los distintos gobiernos latinoamericanos persiguen el mismo objetivo: aliviar a las familias que, a causa de la pandemia, han perdido el sustento o no pueden trabajar. En Uruguay, las ayudas económicas a las empresas han permitido el pago de salarios; en el resto de los países lationamericanos, los bonos extraordinarios han asistido a las familias más vulnerables. A la espera de que la situación económica se normalice, la asistencia económica es imprescindible.