Vecinos de Playa Grande denuncian la destrucción de los humedales de Zanja Honda, lo cual incluye la vegetación autóctona, el cauce de la cañada, y la presencia de camiones y maquinaria pesada que amenaza el medio ambiente y el plan urbanístico del lugar.
Según Deborah Díaz, quien habló con Agustina Flores en el programa “LA TARDE DE RBC“, se trata de un fraccionamiento ilegal. “No tiene ninguna autorización, ni siquiera sabemos bien quién es el dueño. Nadie se imaginaría que estuvieran llevando a cabo esas obras de esa manera”, afirmó Díaz. Además, destacó que el daño ambiental es irreparable.
“Nuestro objetivo es detener las obras y aplicar todas las sanciones correspondientes”, agregó. Esta situación se ha estado agravando en una zona muy delicada, donde el arroyo Zanja Honda y varios vecinos están preocupados por este fraccionamiento ilegal.
“Nosotros vivíamos en esta zona, y comenzamos a ver cómo ingresaban maquinaria muy pesada, camiones y diferentes tipos de maquinaria, arrasando con la vegetación y alterando el curso del agua, afectando también la parte del humedal que es muy importante. Estamos muy preocupados tanto por el aspecto ambiental como por el urbanístico de la zona, ya que sabemos que hay varias problemáticas relacionadas con el agua y las inundaciones”, explicó Díaz.
Playa Grande históricamente ha enfrentado diversas dificultades para llevar a cabo construcciones o cambios en las calles, requiriendo autorizaciones y aprobaciones tanto de la Intendencia como del Ministerio de Ambiente.
“Hemos estado presentando denuncias desde abril, pero no hemos obtenido muchas respuestas. Las obras no se han detenido”, lamentó Díaz.
El terreno en cuestión es bastante extenso, abarcando 44 hectáreas, y se trata de una zona verde para Playa Grande, ya que el arroyo Zanja Honda atraviesa el área, la cual alberga humedales y vegetación autóctona, conformando un ecosistema especial protegido por ley, según señaló Deborah en su entrevista en “La Tarde de RBC” con Agustina Flores.
“Contamos con diferentes leyes, como el Código de Aguas, la Ley Forestal y la Ley de Ordenamiento Territorial, que protegen nuestro Monte nativo, el cauce de las aguas y todo este ecosistema. No se trata de simplemente talarlo, sino que se requieren ciertos permisos para hacerlo”, afirmó.
Además, se sabe por parte de Urbanismo que el fraccionamiento no cuenta con ningún expediente que autorice su realización, según comentó Deborah.
El daño ambiental es irrecuperable, dijo Deborah Díaz.
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