Con el foco puesto en una mejor calidad asistencial y del gasto, Uruguay avanza hacia la historia clínica electrónica nacional y será el primer país del continente en tenerla. El cronograma de implementación, ejecutado a distintas velocidades según las características de cada institución, culminará en 2020. El ministro Jorge Basso valoró su utilidad porque beneficia al paciente y es una herramienta para auditar la calidad.
El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, expuso este miércoles 25 en el evento organizado por Somos Uruguay en el Hotel Sheraton, en el marco del ciclo denominado “Desayunos útiles”. Lo hizo acompañado del presidente de la Junta Nacional de Salud (Junasa), Arturo Echevarría. Basso repasó el estado de situación del Sistema Nacional Integrado de Salud, los objetivos sanitarios fijados, las metas asistenciales y la capacitación de los recursos humanos, entre otros aspectos, todos en el marco de una mejora de la calidad de la atención y del gasto en salud.
Basso se refirió específicamente a la importancia de contar con sistemas de información actualizados. En este sentido mencionó la implementación de la Historia Clínica Electrónica Nacional (HCEN) que tiene un cronograma con fecha de finalización el año 2020, que viene siendo ejecutado a distintas velocidades, en función de las características y dimensiones de las instituciones. “Seremos el único país del continente con historia clínica electrónica nacional”, enfatizó.
Asimismo consideró que la iniciativa es “una herramienta indispensable”, ya que a través de ella se audita la calidad, pero además permitirá controlar el gasto. “Podremos evaluar cómo estamos manejando el gasto a partir de datos concretos”, indicó. En este contexto, informó que Uruguay tiene totalmente informatizados los sistemas de registro y habilitación de todos los prestadores y servicios. Dijo que la idea es mantenerlo actualizarlo a través de un mecanismo de retroalimentación con las instituciones que permita conocer a tiempo real en qué situación se encuentra cada una.
Por otra parte, el ministro recordó que el país cuenta desde 2008 con comisiones de seguridad del paciente, iniciativa que posibilitó a todas las instituciones lograron consolidar la cultura de la seguridad del paciente frente al desafío de la judicialización de la salud. “El error en la medicina como parte de la condición humana es inevitable. Hay que asumirlo, registrarlo, notificarlo y trabajarlo para que no se repita. No hay que ocultarlo por el miedo a las consecuencias”, apuntó.
Basso informó que se avanza en la conformación de centros colaboradores, donde se trabaja por ejemplo en torno al tema de la higiene hospitalaria. En este proceso se cuenta con el apoyo de la academia, el colegio médico y las sociedades científicas. El jerarca entiende que la implementación de prácticas seguras en el sistema también es un componente de la calidad.
