Desde el 23 de este mes y por unos 50 días, Uruguay celebrará su carnaval, con desfiles callejeros y escenarios barriales donde se despliegan variados espectáculos de color y alegría. Declarado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, esa fiesta es un plan ineludible para miles de vecinos y los turistas que llegan expresamente para vivirla, con el agregado del concurso oficial de agrupaciones, que comenzará el lunes 27.
El puntapié inicial de la nueva edición de carnaval en Montevideo, el de mayor despliegue de Uruguay, lo da el desfile inaugural por la avenida 18 de Julio, la principal de la capital del país, que se realizará el 23 de este mes con la participación de todos los grupos que intervendrán en los festejos, acompañados de carros alegóricos y el cortejo de la reina de carnaval.
Las agrupaciones se presentan en las categorías murga, revista musical, comparsa lubola (expresión de la cultura afrouruguaya), parodista y humorista; todas recogen en sus espectáculos la crítica social y política, con características locales, sin dejar de lado la esencia original de la fiesta, que es el humor.
Al día siguiente se realizará el Desfile de Escuelas de Samba por la misma vía montevideana y el 7 y 8 de febrero será el turno para el Desfile de Llamadas, la tradicional fiesta de origen africano asociada al carnaval, por la calle Isla de Flores, en los barrios Sur y Palermo. Por otra parte, el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas comenzará el lunes 27.
La fiesta del carnaval en Uruguay, uno de los principales atractivos turísticos junto con sus playas, se repite en todos los departamentos, con sus particulares desfiles y espectáculos abiertos a toda la familia. En Artigas, limítrofe con Brasil, se destacan los desfiles de escuelas de samba que se desarrollan por la avenida Lecueder, donde se instala un sambódromo.
Los desfiles hacen referencia a los del cercano Brasil, en especial al de Río de Janeiro, aunque con reglamentos, músicas y estilos propios. La esencia de la propuesta artística es el enredo (nudo temático), que siempre versa sobre algún tema sociocultural de interés general, previamente aprobado por el jurado. El espectáculo se presenta al compás de la samba-enredo, interpretada en vivo por los puxadores, acompañados armónicamente por un cuerpo de percusionistas o batería.
El origen de los primeros elementos carnavalescos encontrados pertenecen a la cultura babilónica desarrollada entre los ríos Tigris y Éufrates, cuando se celebraba en el templo del dios Marduk una fiesta, en los primeros cinco días de la primavera, que es la base del actual carnaval.
Se realizaba un rito al rey Momo (nacido 2.000 años antes de Cristo) cambiando los roles de todas las estructuras sociales y políticas del reino y, luego de ese lapso, el sustituto de Momo, que había sido elegido entre lo peor del pueblo, era ejecutado como finalización de la fiesta. Esa práctica llegó a América con los españoles en la conquista y se sumó al consecuente sincretismo entre las culturas y costumbres cristianas e indígenas.
Hasta fines del siglo XIX, en Montevideo se aplicaba el carnaval denominado “bárbaro”, que servía de escape espontáneo durante unos días de tregua en las guerras civiles que asolaron al país. Esos festejos comenzaban en Navidad y seguían hasta entrada la Cuaresma cristiana, con bailes de máscaras en que la colectividad negra se integraba con la blanca. El candombe, ritmo surgido en los tiempos de la esclavitud como forma de mantener vigente la tradición africana, se fue incorporando a la práctica americana hasta formar parte, en la actualidad, de los festejos generales.
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