Dos vereadores de la ciudad de Santa Cruz (Río Grande del Sur) realizaron una recorrida junto con autoridades de la Intendencia de Maldonado con la finalidad de conocer de primera mano el trabajo efectuado con el Móvil de castraciones caninas, en el Refugio Departamental de Animales y la Estación de Cría de Fauna Autóctona del Cerro Pan de Azúcar.
El encuentro, que tuvo lugar este lunes 30 de setiembre, sirvió como modelo para los referentes extranjeros que destacaron las acciones implementadas en estos espacios municipales.
La presidenta de la Cámara de Vereadores de Santa Cruz, Bruna Jeanine Molz, se mostró encantada porque “los animales aquí son muy bien tratados”. Asimismo, destacó la buena alimentación, el mantenimiento y aseo de los espacios así como la importancia de que estén castrados.
Por su parte, la directora de Medio Ambiente de la Prefeitura de Santa Cruz, Gabriela Ottman, coincidió en que el lugar es muy agradable, agregando el objetivo de su visita: “Es para ver cómo funciona aquí y absorber las cosas buenas para poder aplicarlo en nuestro municipio”.
Un aspecto resaltado por ambas autoridades fue el espacio abierto del refugio municipal, en el cual los caninos están libres, además de contar con casillas y agua para beber y refrescarse.
El coordinador general de Higiene y Medio Ambiente de la IDM, Carlos Medina, explicó que la recorrida surgió a través de lazos de intercambio con el gobierno de Brasil. Destacó que “está bueno que las políticas de bienestar animal que se aplican desde esta Administración trasciendan fronteras porque eso nos impulsa a seguir trabajando y avanzando”.
Medina también hizo hincapié en que esto es una señal de que vamos por el buen camino “construyendo futuro como dice el eslogan de la Intendencia”.
Bienestar
El coordinador del Refugio Departamental Animales y coordinador de la ECFA, Matías Loureiro, detalló los avances y reformas de los lugares exhibidos.
En cuanto al refugio, dijo que uno de los lugares con mayor repercusión lleva el nombre de “el paraíso porque trata de un espacio abierto, extenso y con mucho verde, donde los animales están libres, pero teniendo a su disposición sombra, refugios y agua para refrescarse”.
Otro aspecto a destacar la construcción de las casillas se hizo con la colaboración de personas privadas de libertad, en conjunto con la ONG Salva Animales R39.
Si bien el lugar llegó a albergar unos 400 animales, luego de organizar jornadas de adopción el número se redujo y, en la actualidad, viven noventa perros y quince gatos.
En lo que respecta a la ECFA, Loureiro explicó que se duplicó la población de ganado de campo, lo cual resulta “ muy bueno porque es patrimonio natural del Uruguay”. Además, se hicieron recintos nuevos y se avanzó en el enriquecimiento ambiental que favorecen el bienestar de los animales.
