“La labor científica y el quehacer político son motivadas por el amor a la vida, el respeto a los semejantes, el compromiso con el bienestar y la prosperidad de la sociedad”, dijo el presidente Vázquez al recibir el título Honoris Causa de la Universidad de Guadalajara por su labor como médico y estadista. Destacó que el mejor agradecimiento será continuar por el camino de la lucha por la vida y la salud de las personas.
Este martes 25 la Universidad de Guadalajara entregó el título Honoris Causa al presidente de la República, Tabaré Vázquez, en reconocimiento de su labor médica y política y por sus contribuciones a la vida democrática de América Latina y al impulso de las políticas públicas de salud, empleo, justicia y educación.
Tras recibir el reconocimiento en nombre del Uruguay y su pueblo, citó al médico humanista Francoise Rabelais quien dijo “la ciencia sin conciencia es la ruina del alma”, y señaló que las mismas motivaciones que impulsan a la labor científica conducen al quehacer político: el amor a la vida, el respeto a los semejantes, el compromiso con el bienestar de cada uno y la prosperidad de la sociedad.
Expresó que cuando la ciencia y la política se encuentran en un contexto de pleno funcionamiento de la institucionalidad democrática se beneficia la sociedad en su conjunto, en tanto pueda ver los resultados tangibles. Para ello, resaltó la necesidad de abrir caminos de participación ciudadana, la convivencia pacífica, la libertad, a la democracia, el respeto, la tolerancia y una inclusión social donde los más necesitados sean los más privilegiados.
Por otra parte dijo que, si bien la enfermedad es un asunto de médicos, la salud es un asunto de todos, de la academia, los privados y del pueblo en general. Definió a las enfermedades no transmisibles como la gran epidemia actual de la humanidad, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes, enfermedades degenerativas, responsables de la morbimortalidad de más del 66% de los casos a nivel mundial. Estas enfermedades vinculadas a factores de riesgo típicos de la modernidad dominante y consumista afectan en especial a las personas más pobres y vulnerables.
“La pobreza expone a la gente a los factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles y éstas tienden a agravar la condición de pobreza de las personas y familias afectadas. Los sistemas sanitarios sufren el impacto de los altos costos de los tratamientos que requieren estas enfermedades”, dijo e indicó que en Latinoamérica y el Caribe se destinan unos 70.000 millones de dólares anuales solo al tratamiento y consecuencias de la diabetes y el cáncer.
Por su parte, el tabaquismo a nivel regional tiene un costo directo estimado de 33.000 millones de dólares, siendo el 0.5% del PIB de la región, mientras que las inversiones en salud llegan al 7%. La carga impositiva al tabaco no alcanza a cubrir el costo directo que provoca esta enfermedad.
Vázquez subrayó que la mejor forma de corresponder a este honor con lo que lo honra la Universidad de Guadalajara es continuar haciendo lo que motivó este reconocimiento, luchando por el derecho a la vida, la dignidad humana, la salud, la mejor condición de vida de las personas y que se comprenda que los más necesitados deben ser los más privilegiados; en ese camino las universidades juegan un rol importante para avanzar en ese camino.
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