Un terremoto de magnitud 6,3 sacudió el norte de Afganistán, matando al menos a 15 personas e hiriendo a cientos más. El terremoto dañó uno de los monumentos más emblemáticos del país, la Mezquita Azul del siglo XV.
Un potente terremoto sacudió el norte de Afganistán la madrugada del lunes, dejando al menos 15 muertos, cientos de heridos y daños en uno de los monumentos más emblemáticos del país, en el último desastre natural que azota a una nación ya de por sí debilitada.
El terremoto de magnitud 6.3 se produjo justo antes de la 1 de la madrugada, según el Servicio Geológico de Estados Unidos . Su epicentro se ubicó cerca de la ciudad de Mazar-i-Sharif, que cuenta con unos 500.000 habitantes y es conocida por su magnífica Mezquita Azul del siglo XV. Los azulejos de la mezquita, partes de sus muros y escritos históricos resultaron destruidos por el sismo, según informaron las autoridades locales y un video que muestra los escombros esparcidos por el terreno.
El terremoto añade otra capa de dificultades a Afganistán, que ya venía lidiando con el grave impacto de los recortes de ayuda, el regreso de más de dos millones de afganos de países vecinos este año y las secuelas de un terremoto en el este que mató al menos a 2.200 personas en agosto, según las autoridades.
Las tensiones con el vecino Pakistán también se han intensificado en las últimas semanas, con un intercambio de disparos a través de la frontera y ataques aéreos llevados a cabo por el ejército pakistaní en Kabul y Kandahar, las dos ciudades más grandes de Afganistán.
Un portavoz del Ministerio de Salud afgano, Sharafat Zaman, informó que al menos 15 personas habían fallecido y que otras 320 heridas habían sido trasladadas a hospitales. El lunes por la tarde, unos 20 heridos descansaban en camas del hospital regional de Mazar-i-Sharif; algunos tenían gruesas vendas en las extremidades o la cabeza, manchada de sangre. Nakarulden, un agricultor que solo se identificó con su nombre de pila, contó que regresaba a Mazar-i-Sharif con otros trabajadores agrícolas tras una jornada en los arrozales cuando se produjo el terremoto y una roca cayó sobre su coche. Añadió que tres hombres de su grupo habían muerto.
El Ministerio de Defensa afgano mencionó muertes y heridos en un comunicado en redes sociales, pero no proporcionó cifras.
Afganistán es propenso a los terremotos debido a su ubicación en la confluencia de las placas tectónicas euroasiática e india. El sismo de agosto arrasó aldeas en zonas montañosas de difícil acceso y causó daños por al menos 183 millones de dólares , según el Banco Mundial, lo que equivale a aproximadamente el uno por ciento del producto interno bruto del país.
Un terremoto anterior en el norte de Afganistán causó la muerte de casi 1.500 personas en 2023, según cifras oficiales.
Cuatro años después de que los talibanes retomaran el poder en Afganistán, más de la mitad de los 42 millones de habitantes del país ya necesitaban ayuda humanitaria. El país, aislado de gran parte del mundo salvo algunos vecinos, se ha visto aún más afectado por el reciente regreso de más de dos millones de afganos que fueron deportados o forzados a abandonar los vecinos Irán y Pakistán en medio de una creciente xenofobia y tensiones entre los gobiernos.
La drástica caída de la ayuda exterior este año, impulsada por la administración Trump y los países europeos, ha obligado al cierre de cientos de centros sanitarios.
El último terremoto sacudió las provincias de Samangan y Balkh, en el norte del país, cerca de la frontera con Uzbekistán. En Mazar-i-Sharif, la capital de Balkh, los vecinos retiraban el lunes los escombros de los alrededores de la Mezquita Azul. Esta mezquita, santuario dedicado a una figura central del islam chiíta, es un lugar de peregrinación y escenario de las celebraciones del Nowruz , el Año Nuevo persa.
The New York Times
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