La ministra aclaró que, en 2024, se recaudó menos de lo previsto, pero el nivel de gasto fue el que estaba estimado en la Rendición de Cuentas y, por lo tanto, no hubo un incremento como consecuencia del año electoral.
En declaraciones a la prensa, la ministra dijo que, de acuerdo al artículo 699 de la ley 19.924, el Poder Ejecutivo notificó a la Asamblea General que haría uso de la posibilidad de ampliar en 30% el endeudamiento en la medida en que se configuran circunstancias específicas previstas en la ley.
“Nosotros hacemos un monitoreo mensual de lo que es el endeudamiento neto, la cifra de noviembre pasado nos mostró que estamos cerca del tope de endeudamiento”, dijo Arbeleche.
La ministra explicó que se trata de algo que “no es nuevo” y que el gobierno lo venía anticipando desde “hace meses”, incluso en la presentación de la Rendición de Cuentas.
“El artículo (699) refiere a situaciones como lo que ocurrió en la pandemia o en la sequía, cuando ya activamos esta misma cláusula. En esta oportunidad, dicha cláusula se invocaría ante un cambio sustancial de precios relativos habilitando al Gobierno Central a registrar un endeudamiento neto 30% mayor al establecido en el artículo 587 de la Ley N° 20.212. Esto es lo hemos hecho”, agregó.
“El mayor endeudamiento se debe a una menor recaudación, porque la inflación bajó más rápido de lo que preveía el equipo económico y los analistas. No hubo un aumento del gasto nominal. Estos números están colgados en la página web del Ministerio, lo hemos presentado al Consejo Fiscal Asesor, el gasto en 2024 va a estar en línea con lo que se presentó en la Rendición de Cuentas. No es válido que, por ser un año electoral, se gastó más. Esa no es la situación. Lo que ocurrió es que se recaudó menos, producto de la una menor inflación respecto a lo previsto”, dijo Arbeleche.
La ministra destacó que, si bien la caída de la inflación “siempre es bienvenida porque significa más dinero en el bolsillo de los uruguayos”, tiene un “efecto negativo en las cuentas fiscales” a través de una caída de la recaudación nominal.
Arbeleche indicó que, esta situación, no debería reiterarse en el futuro porque esta administración ya asumió el costo fiscal de reducir la inflación.
“Cuando se presente el Presupuesto siguiente, se va a considerar la inflación proyectada, ya menor, y no se tendrá esa sorpresa. Esto ocurre un año, no persiste para los demás años.
“Las cuentas fiscales que se van a entregar el 28 de febrero, no requieren de un ajuste fiscal en la próxima administración”, dijo.
“Otra cosa es cuando el gobierno se siente y diga qué es lo quiere hacer, cuánto quiere gastar y cuánto quiere recaudar y ahí tomará las medidas. Pero insisto con el punto: no se está dejando una economía en la que sea necesario un ajuste fiscal. Que se quiera hacer, es otra cosa”, finalizó.