Los trabajadores de la salud y los adultos mayores son quienes más se vacunaron contra la gripe. Hasta el momento, 450.000 personas se inocularon y aún quedan 150.000 dosis por suministrar. El ministro Jorge Basso definió la campaña 2018 como una de las mejores de los últimos años y manifestó confianza en que se cerrará a fin de mes. Dijo que, si bien el inicio fue un poco demorado, la respuesta de la población fue inmediata.
En entrevista con la Secretaría de Comunicación Institucional, el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, repasó las últimas cifras de la vacunación antigripal. Dijo que hasta el momento más de 450.000 personas recibieron, sin costo, las dosis en todo el país, de un total de 600.0000 disponibles en los distintos vacunatorios.
Recordó que no es obligatorio vacunarse, pero sí recomendable, en particular para poblaciones más vulnerables y que deben protegerse del virus de la gripe: personas mayores de 65 años, pacientes con enfermedades crónicas, personal de la salud, mujeres embarazadas y menores de cinco años. De estos grupos, quienes mejor respondieron fueron los trabajadores de la salud y los adultos mayores.
“Si uno mira de manera retrospectiva, esta fue una de las campañas más exitosas, sobre todo por la velocidad con la cual se aplicaron estas dosis. Empezamos un poco tarde, dado que las vacunas llegaron unos días después de lo previsto al país, pero se logró tener una buena cobertura en esta época del año. Aspiramos a que, en lo que resta del mes, podamos culminar la campaña, suministrando las 150.000 dosis que quedan”, sostuvo.
“Estimulamos la vacunación en general, pero particularmente solicitamos a los padres y las madres que lleven a sus pequeños a vacunarse, que hagan lo propio las embarazadas y las personas obesas, así como quienes tienen enfermedades crónicas”, resaltó el ministro, quien recordó que se trata de una vacuna que no supone riesgos, por ser sintética. “No son vacunas a partir de las cuales las personas se puedan infectar”, insistió.
El ministro reiteró que una persona que se vacunó y luego desarrolló un cuadro respiratorio pudo haberlo contraído por otros agentes infecciosos, virales o bacterianos, que pueden generar cuadros similares, pero que no son gripe. “No son fallas vacunales. Con los cambios de temperatura, los cuadros respiratorios aumentan y la gente comparte espacios cerrados donde uno tose y a través de las micropartículas infecta a quien está cerca. Es fundamental el lavado de manos, cubrirse con el codo al momento de toser y evitar concurrir a espacios cerrados con mucha gente”, argumentó.
En cuanto a la respuesta del sistema de salud, dijo que no hay saturación en la estructura asistencial, pero sí una mayor demanda, como es esperable en esta época del año. Explicó que aumentan las consultas en las puertas de emergencia y en los servicios móviles. En este sentido, recomendó, una vez más, que las personas no concurran a los hospitales o sanatorios por cuadros que pueden resolverse en domicilio.
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