Un calor abrasador al que se atribuyen al menos 13 muertes en Texas y otra en Luisiana se extendió el miércoles por el sureste de Estados Unidos, ampliando las advertencias de temperaturas peligrosas hacia el este, hasta Mississippi y Tennessee.
Entretanto, California enfrentaba su primera gran ola de calor del año. El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que las condiciones secas, calurosas y ventosas podrían causar incendios peligrosos en partes de Texas, Nuevo México, Arizona, Colorado y Utah.
Se pronosticó que las temperaturas superen los 38 grados Celsius (100 grados Fahrenheit) en gran parte del sureste y que la alta humedad eleve los índices de calor por encima de los 46 grados Celsius (115 grados Fahrenheit) en algunas áreas.
Los persistentes apagones que trajeron las tormentas del fin de semana agravaron el sufrimiento relacionado con el calor en Arkansas. Más de 10.000 residentes seguían sin electricidad en la parte central del estado. En Cabot, al noreste de Little Rock, un centro local para personas mayores proporcionó aire fresco y un lugar para cargar celulares y tabletas para quienes no tenían electricidad.
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