Comenzó el cuarto llamado de la Corporación Nacional para el Desarrollo para construir 58 centros de educación media en 17 departamentos, que incluyen tanto liceos como centros de la UTU. Con estos nuevos locales, la infraestructura educativa estará en condiciones de universalizar la educación media, uno de los principales objetivos de las autoridades nacionales.
El cuarto llamado para la construcción de locales educativos mediante participación público-privada fue lanzado este jueves 31 en la sede de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND). Con esta iniciativa, se levantarán 15 centros educativos de UTU nuevos y se sustituirá uno. De los 42 liceos de tiempo extendido incluidos en el programa, la mitad serán nuevos institutos. Las autoridades estiman que las obras comenzarán en 2019 y se extenderán dos años.
Para el primer llamado, se incluyó obras para construir 44 jardines de infantes y 15 centros de atención a la infancia y la familia (CAIF). El segundo sumó 23 escuelas, 9 polos tecnológicos y 10 polideportivos y el tercero permitió la construcción de 15 escuelas y 27 CAIF.
El presidente de la Administración Nacional de Educación Pública, Wilson Netto, destacó el análisis de requerimiento edilicio que se realizó para definir la ubicación de cada local. Se determinó la instalación de nuevos centros en lugares donde no había instituciones que impartieran educación media, explicó.
En 2005 había 264 liceos y 124 centros de UTU. Hoy, tras este proceso, se incorporarán 115 centros nuevos, a los que se suman los centros que son refaccionados y sustituidos.
“De concretarse el plan original, permitirá universalizar la educación media en el país, una aspiración de larga data, que carecía de infraestructura para realizarla. En este período, quedarán consolidadas las bases para lograr los espacios físicos para la educación media”, sostuvo Netto. Si bien el plan original de obras en 2005 totalizaba 439 edificios, se superó la meta y hoy se computan 485 obras.
Por su parte, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, resaltó que la modalidad de participación público-privada desarrolla la capacidad física del país, así como la humana, puesto que no se puede enseñar en cualquier lugar, ni se puede aprender en condiciones deficitarias.
Esta modalidad de contratación, agregó, armoniza las necesidades de infraestructura educativa con las restricciones fiscales, con un sector privado que juega un papel fundamental, y es una oportunidad para comprometer al sector privado en las transformaciones sociales, abriendo horizontes y la posibilidad de practicar la responsabilidad social.
El director de OPP, Álvaro García, indicó que este tipo de llamados también implica un aprendizaje para los privados, en particular en esta modalidad en la que se comparte el riesgo.
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