El Banco Central del Uruguay (BCU) resolvió reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos básicos, ubicándola en 9%. Este nivel es consistente con la continua reducción de la inflación y de sus expectativas, y mantiene la instancia contractiva de la política monetaria.
En junio, la inflación volvió a descender y se ubicó en 4,59%, en línea con la meta del Banco Central, dinámica que también se refleja en la inflación subyacente. Sin embargo, persiste la rigidez en la evolución de los precios de los bienes y servicios no transables.
Las expectativas de inflación a 24 meses continúan alcanzando nuevos mínimos históricos: las de los analistas y de los mercados financieros se redujeron a 5,2% y las de empresarios a 6%. De este modo, el promedio se sitúa en 5,5%, dentro del rango de tolerancia por tercer mes consecutivo.
Las proyecciones de inflación del Banco Central se revisaron a la baja y muestran que se mantendría en torno a la meta de 4,5% durante los próximos dos años (Horizonte de Política Monetaria).
A nivel global, se continúa observando debilidad en el valor del dólar. Por otra parte, se reduce la incertidumbre comercial y geopolítica, lo que mitiga la volatilidad de los precios internacionales.
En este contexto, el Comité de Política Monetaria (Copom) valoró la importancia de mantener una política que consolide la inflación en la meta y refuerce la trayectoria descendente de las expectativas hacia ese nivel.
El Directorio del BCU resolvió por unanimidad reducir la TPM a 9%, manteniendo la política monetaria en terreno contractivo y orientada a la convergencia de la inflación y sus expectativas al 4,5% anual hacia el final del horizonte de política. En la medida en que la inflación evolucione conforme a lo esperado y las expectativas de los agentes sigan descendiendo, el BCU entiende que podría haber espacio para continuar revisando la tasa de interés a la baja.
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