Autoridades educativas y el Ministerio de Salud Pública llegaron a un acuerdo y cambian el protocolo sanitario; no se suspenderá la presencialidad salvo que se den brotes de coronavirus.
En un mes y nueve días comienzan las clases, y esta vez lo harán con un nuevo protocolo sanitario. Porque las autoridades educativas y de Salud Pública llegaron ayer a un acuerdo que, entre los cambios más significativos, implica que los estudiantes y docentes asintomáticos no tendrán que aislarse ni hisoparse cuando se detecta un caso positivo de covid-19 en su grupo. La excepción estará en los casos en que se confirme un brote.
La normativa anterior -esa que estaba vigente hasta el acuerdo de ayer- exigía que, con solo un infectado detectado, debía indicarse una cuarentena obligatoria y el testeo masivo a toda la clase. A partir de ahora -en lo que se entiende es una adaptación de la ordenanza de aislamientos que estableció el Ministerio de Salud Pública-, toda la clase irá a una cuarentena solo cuando se detecten al menos dos contagios en el mismo grupo y entre los cuales haya un nexo epidemiológico claro… eso que los médicos llaman un brote.
En caso contrario (cuando no existe un brote), solo se aislarán los sintomáticos (esos deben hisoparse enseguida, como cualquier persona con síntomas), al igual que aquel que dio positivo. No importa si es docente o alumno, no importa la edad del afectado, ni importa qué cantidad de dosis de la vacuna contra el covid-19 haya recibido.
“Supongamos que en una clase hay un niño que da positivo. Hasta ese momento, los compañeritos y docentes asintomáticos pueden seguir yendo a clases presenciales. Si al día siguiente aparece otro caso positivo en ese mismo grupo, y todo hace pensar que su único contacto cercano era el niño que había dado positivo el día anterior, ahí se configura un brote y se aísla a toda la clase. Se indica el test de antígenos de inmediato para todos, y aquellos que son negativos tienen que volverse a hisopar al quinto día”, explicó a El País la coordinadora de Servicios Médicos de ANEP, Fabiana Carbajal.
El presidente del Codicen, Robert Silva, participó de la reunión de ayer. Tras acordarse los cambios de protocolo, dijo a El País que “se ha logrado un adelanto: el hecho de no tener que cuarentenar a todo el grupo es una contribución para que haya más presencialidad”.
Con la nueva reglamentación, además, no será necesario el aislamiento de todos los grupos en los que trabaja un docente que da positivo. “Tampoco será necesario que se aíslen a todos los grupos cuando el hermanito de un estudiante da positivo”, resaltó Silva.
Contacto estrecho
Pocos días antes de que acabara el año lectivo 2021, cuando iniciaba la ola de contagios por la variante ómicron, las autoridades sanitarias les rogaron a los padres que no enviaran a sus hijos a los centros educativos cuando se detectaba un caso positivo dentro del hogar. En el nuevo protocolo aprobado ayer, la recomendación seguirá vigente. Sin embargo, las autoridades sanitarias revisarán cómo deben considerarse los aislamientos de los niños de contactos intrafamiliares cuando el menor es asintomático y cursó la infección hace menos de tres meses, o cuando tiene el esquema de vacunación completo.
Hasta ayer se llevaban administradas más de 83.000 dosis contra el covid-19 en los niños de entre cinco y 11 años. Hay otros 25.000 que recibirán su vacuna entre hoy y mañana. Toda esta cantidad de niños es la que llegará al inicio de clases con las dos dosis pediátricas de Pfizer ya aplicadas, salvo que el menor se haya infectado entre ambas dosis (por lo cual tiene que dejar pasar un período ventana de tres semanas).
En el caso de los adolescentes de entre 12 y 18 años, la mayoría de ellos en etapa de educación media, tres cuartas partes ya cuentan hoy con las dos dosis. Uruguay todavía no resolvió si dará una tercera dosis para esas edades, aunque la Organización Mundial de la Salud se adelantó a la mayoría de países y recomendó las terceras dosis a partir de los 12 años dada su eficacia contra la variante ómicron.
El nuevo protocolo sanitario de los centros educativos uruguayos recomienda y exhorta la vacunación, pero enfatiza que no se trata de una exigencia. En el resto de disposiciones que fija el protocolo, no habrá mayores cambios. Se sigue haciendo hincapié en el uso del tapabocas: no es obligatorio en los menores de seis años; tampoco lo es en los menores de 12 años, aunque sí se exhorta su uso; y sí se exige a los mayores de esa edad. Incluso se pide que en los espacios abiertos se fomente el uso de tapabocas cuando hay una aglomeración de personas.
El Codicen tiene hoy una sesión extraordinaria -dado que la mayoría de consejeros estaban en su receso anual- en la que se dará la firma final al protocolo. De todas maneras, Silva, con la potestad que le da su cargo, ya avaló la nueva normativa en acuerdo con el MSP.
En el hemisferio norte, donde los centros educativos están a mitad de suaño lectivo, los protocolos sanitarios también fueron cambiando. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (más conocidos por la sigla en inglés CDC) establecieron que los niños de entre cinco y 11 años que cuentan con las dos dosis de la vacuna contra el covid-19 no deben hacer cuarentena cuando son contactos de una persona que dio positivo en la escuela. Lo mismo si cursaron la infección hace menos de 90 días y más de 10 días. La excepción es si padecen síntomas. En España, en tanto, no se manda en cuarentena a ningún grupo salvo que haya más de un 20% de la clase con covid-19 o más de cinco casos positivos
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