El cáncer de mama es el más frecuente en las mujeres uruguayas y de la mayoría de los países del mundo. Se diagnostican en promedio aproximadamente 2.000 nuevos casos por año (datos del Registro Nacional del Cáncer para el período 2015-2019). Por lo tanto, cinco mujeres uruguayas son diagnosticadas de cáncer de mama por día y se estima que una de cada 11 podría desarrollarlo en algún momento de su vida. Solo 1% de los cánceres de mama se presentan en hombres.
En Uruguay, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres, de acuerdo con las cifras del Ministerio de Salud Pública, cada año mueren aproximadamente 700 mujeres por esta causa, lo cual corresponde, en promedio, al fallecimiento de dos mujeres por cáncer de mama por día.
Al igual que sucede con muchos cánceres, la probabilidad de desarrollar cáncer de mama aumenta con la edad. En nuestro país, el 78 % se presenta en mujeres mayores de 50 años. Sin embargo, se diagnostica un 5.5 % en mujeres menores de 40 años y un 7 % aprox. en mujeres de entre 40 y 45 años.
El cáncer de mama es curable si se detecta en etapas tempranas. El grado de extensión de la enfermedad al momento del diagnóstico influye significativamente en la supervivencia. En Uruguay, más del 50 % de las pacientes se diagnostican en estadios tempranos (I y II) y menos del 9 % en etapa metastásica o diseminada.
Dentro de los factores no modificables que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama se encuentran la edad, el sexo, los antecedentes personales de algunas enfermedades benignas en la mama, la susceptibilidad genética, la alta densidad mamaria y antecedentes ginecológicos como una menarca precoz o una menopausia tardía, entre otros.
Los factores modificables que aumentan el riesgo de cáncer de mama se relacionan con los estilos de vida y el comportamiento como el sedentarismo, el consumo de bebidas alcohólicas y el consumo de tabaco, el sobrepeso y la obesidad en la postmenopausia.
¿Cómo podemos ayudar a prevenir el cáncer de mama?
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Adoptar una alimentación saludable.
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Mantener un peso adecuado.
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Realizar actividad física.
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Limitar el consumo de bebidas alcohólicas.
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Evitar el consumo de tabaco.
En este tipo de cáncer es muy importante la detección temprana, para lo que se realizan el tamizaje-que consiste en la realización de una mamografía a mujeres asintomáticas para la detección de lesiones precancerosas o de la enfermedad en una fase temprana- y el diagnóstico precoz, que se realiza cuando inicia la enfermedad, con los primeros síntomas.
La mamografía es una radiografía que utiliza rayos x, de radiación más baja que una placa simple, para generar una imagen de la mama en la que se puede detectar el cáncer antes de que sea palpable en el examen físico. Es un estudio de alta sensibilidad, especificidad y de alto beneficio.
Conocer nuestro cuerpo es fundamental para estar atentos a identificar cambios que puedan ocurrir; debemos saber cómo conocer nuestras mamas y qué cambios son los que deben llamar la atención.
Los síntomas iniciales de un cáncer de mama son:
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Nódulo en la mama
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Hinchazón o cambio de forma de una mama
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Cambios persistentes en la piel de la mama
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Alteraciones del pezón
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Secreción por el pezón
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Nódulos en la axila
Las recomendaciones actuales plantean que todas las mujeres asintomáticas de entre 50 y 69 años se realicen una mamografía de tamizaje cada dos años; para el grupo de entre 40 y 49 años y el de 70 a 74 años de edad se aconseja la consulta médica para actuar acorde al riesgo individual, aquellas mujeres con más riesgo de padecer cáncer de mama deben hacerse controles más estrictos y personalizados.
En Uruguay, las mujeres trabajadoras de la actividad privada y pública tienen derecho a un día de licencia especial pago para concurrir a realizarse el test de tamizaje para el cáncer de cuello uterino, el Papanicolaou y/o la mamografía (Ley N° 17.242); se les exonera del pago de tasa moderadora a aquellas que tengan entre 50 y 69 años de edad (ord. n°842/015).
Beneficios
A partir del Decreto Presidencial N° 236/022 de julio de 2022 se implementó la cobertura sin costo de expansores y prótesis mamarias-así como su recambio cuando sea indicado por el médico tratante-para mujeres que, ya sea para reducir el riesgo de cáncer de mama o por tenerlo diagnosticado, hayan tenido que someterse a una mastectomía.
Por otro lado, en el mismo mes, se aprobó la realización sin costo de la linfocentellografía para las personas que tienen indicación de estudio del ganglio centinela como parte del estudio y tratamiento de cáncer de mama y melanoma. (Ord. N° 932).
En 2022 se incorporó al Fondo Nacional de Recursos (FNR) el Ribociclib para el tratamiento del cáncer de mama avanzado y recientemente, se incorporó para el cáncer de mama operable, el tratamiento con trastuzumab y pertuzumab en neoadyuvancia (es decir, que se realiza previo a la cirugía de mama) y del tratamiento con TDM-1 en adyuvancia (tratamiento que se realiza posterior a la cirugía para reducir riesgos de recaída) en pacientes con enfermedad residual luego de la cirugía.
Más información:
El MSP cuenta con la guía “¿Qué quieres saber sobre el cáncer de mama?” dirigido a las pacientes oncológicas, su familia y entorno, que fue elaborada por el Programa Nacional de Control del Cáncer junto con expertos nacionales.
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