Nelson Vicente, presidente del Centro de Hoteles y Restaurantes de Piriápolis, destacó la importancia de abordar de manera prioritaria el control de ruidos molestos durante la madrugada y el comportamiento caótico en el tránsito. Estos factores, según Vicente, afectan negativamente el descanso de los turistas que, en su mayoría, eligen Piriápolis como destino para relajarse.
En una entrevista con RADIO RBC, Vicente expresó: “Yo creo que aquí debemos centrarnos de manera específica en el tema de la seguridad; la tranquilidad y la paz es lo que el turista viene a buscar”. Hizo hincapié en la necesidad de que Piriápolis se esfuerce en brindar una atención de calidad al turista, garantizando un entorno propicio para el descanso.
Vicente señaló un problema recurrente experimentado por los hoteles ubicados en primera línea de playa: la presencia de motocicletas y vehículos con música a alto volumen durante altas horas de la madrugada. Esta situación, según él, ha generado inconvenientes para los visitantes, quienes luego desaconsejan el destino a otros potenciales turistas.
“Es una parte crucial que debemos abordar, y esperamos que las autoridades pertinentes tomen medidas para permitir un desarrollo normal en este aspecto”, enfatizó. “Queremos que la gente venga y no tenga que pasar una noche en vela debido a los ruidos molestos en la calle”.
Reconoció la importancia de la Rambla como la principal arteria de tránsito y comprendió que esto conlleva sus propias problemáticas. Sin embargo, insistió en que, mediante un control lógico y efectivo, se puede proporcionar a los turistas un mejor descanso, más paz y más opciones de entretenimiento durante la noche.
“En última instancia, eso es lo que los visitantes buscan, y creo que no cumplir con esas expectativas sería contraproducente, ya que podríamos enfrentar críticas negativas que afectarían las futuras temporadas”, concluyó Nelson Vicente, presidente del Centro de Hoteles y Restaurantes de Piriápolis.
Este tema de los ruidos en Piriápolis se debió solucionar hace muchos años. No es un asunto de ahora y no sólo constituye una molestia para los turistas sino también para los que residen permanentemente en el balneario. Hasta que no se actúe con seriedad y responsabilidad por parte de las autoridades, este tema no se solucionará a menos que se obligue a cumplir con las leyes y se penalice a los responsables y así evitar ruidos molestos, como ser los de caños de escape libres, de música fuerte, de picadas con motos en la rambla y otras calles, etc. sobre todo en las horas de descanso. Hasta que no se solucione este asunto, se sumarán más turistas que no veranearán en Piriápolis. Siendo ciudadana uruguaya siento vergüenza ante los turistas (especialmente los extranjeros) que vienen a disfrutar y descansar en nuestros balnearios y no puedan hacerlo debido a la falta de imposición y cumplimiento de leyes.