El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó un informe que revela que la pobreza registrada en menores de 6 años es 11,6 veces mayor que la de los adultos mayores de 65, convirtiendo a Uruguay en el país con mayor infantilización de la pobreza en América Latina.
Estos resultados ponen de manifiesto una clara inclinación de las políticas públicas hacia la protección de los adultos mayores, basadas en un sólido sistema de seguridad social que minimiza el riesgo de pobreza en este grupo de edad. Sin embargo, esta priorización ha generado desafíos significativos en lo que respecta a la infancia uruguaya.
La asistencia a los adultos mayores es 11,6 veces mayor que la brindada a los niños y niñas, lo que da lugar a una desigualdad preocupante en los hogares que albergan a los más jóvenes. Esto se traduce en una incapacidad para satisfacer las necesidades básicas de los niños y niñas debido a que las políticas estatales no llegan de manera oportuna ni adecuada.
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