La edila Stephanie Braga dijo que hay dos proyectos de Ley referentes a esta temática en el Parlamento.
Sostuvo que es un tema que toca a toda la sociedad y es un asunto complejo del que ninguna familia está libre. Actualmente unas 300 familias sufren esta situación.
Señaló que uno de esos proyectos fue realizado por Luz del Cielo, integrado por padres y madres de hijos que nacieron muertos.
La edila indicó que se busca con el texto, que los niños que nacen muertos puedan llevar nombre.
Dijo que cuando un bebé nace fallecido no puede ser inscripto en el registro civil con el nombre que tenían pensado sus padres.
Señaló que es un tema que se tiene que solucionar porque termina siendo injusto. Se establece a partir de las 20 semanas de gestación o 500 gramos de peso fuera del útero.
Agregó que es importante porque otorga identidad simbólica o voluntaria, pero resulta vital para los padres poder ponerle nombre a quien pensaron, vendría a la vida. Ante la pérdida muchos callan y es importante abordar el tema, indicó.
Braga señaló que esta situación trae aparejados otros problemas, como la licencia no otorgada por paternidad o maternidad cuando ocurre una situación que nadie esperaba. Pidió que exista un documento que avale que el nombre de su hijo sea real.
En todo el mundo cuando un bebé muere las madres, los padres y la familia experimentan una tragedia silenciosa. Es un duelo incomprendido e invisible, la muerte cuando se esperaba la vida. Pidió que se realice un protocolo a nivel departamental y la pronta aprobación de la Ley.
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