En tres de cada cuatro vacunados con Coronavac (Sinovac) se encontraron anticuerpos neutralizantes a seis meses de completada la inmunización. Pero también se comprobó que desde allí en adelante los anticuerpos empiezan a desaparecer -más aún si la personas enfrentan alguna de las nuevas variantes del COVID-19. Por esto es que un estudio que fue realizado en Chile recomendó “un esfuerzo a partir del sexto mes”.
La vacuna de Coronavac funciona para cualquiera de las mutaciones del virus hasta ahora halladas en Uruguay. Pero los datos preliminares para las “variantes de preocupación” como la Alfa, la Delta o la P1, que es la predominante en el país- indican que en distinta medida estas evaden la capacidad de neutralización de la infección. Tanto es así que para Delta -la variante que más se ha extendido en el mundo- el suero de los vacunados es diez veces menos potente que con la cepa original.
La Pontificia Universidad Católica de Chile lidera una investigación fase III que viene generando información sobre la seguridad, la respuesta inmune y la eficacia de la vacuna Coronavac. Uruguay mira de cerca este estudio, en particular a los resultados preliminares de la semana pasada a los que accedió El País, dado que el 69% de las dosis administradas aquí son de esta vacuna.
El catedrático chileno de Inmunología Gualberto González dijo que antes de determinar si la tercera dosis es necesaria hay que alcanzar dos tipos de evidencias: cómo evolucionan los anticuerpos neutralizantes que se localizan en la sangre y cómo la vacuna se comporta en el terreno.
El País
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