Unos 50 niños y adolescentes del INAU formaron parte, este miércoles 26, de una salida ecoturística a Piriápolis y Punta del Este para contemplar el pasaje de ballenas francas, en el marco de un convenio con el Ministerio de Turismo, que incluye capacitación y sensibilización en la materia. El director nacional de la cartera, Carlos Fagetti, dijo que el avistamiento nos aporta valor como destino de visitantes extranjeros.
El Ministerio de Turismo (Mintur) y el Instituto Nacional del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) ratificaron, en la sede de la cartera, un convenio por el cual ambas partes se comprometen a capacitar y sensibilizar sobre los cetáceos a niños y adolescentes de esa última institución.
El acuerdo establece tres salidas por año organizadas y financiadas por las dos instituciones. Los contenidos de la capacitación tienen que ver con las características, el comportamiento de los cetáceos y el turismo responsable.
Participaron del acto, además de Fagetti, la ministra de Turismo, Liliam Kechichian, el vicepresidente del INAU, Fernando Rodríguez, y el grupo de 50 niños que participaron de una salida ecoturística a Piriápolis y Punta del Este para contemplar a los cetáceos en plena temporada de ballenas francas.
“Hemos querido privilegiar a los niños y adolescentes, quienes viajan acompañados por guías de naturaleza y recreadores”, destacó Fagetti en rueda de prensa. Sostuvo que en los últimos ocho años han viajado a la costa este uruguaya centenares de niños.
Este año se realizan tres viajes de 50 niños cada uno que, en muchos de los casos, realizan su primera experiencia turística. “Esto va asociado a un concepto de cuidado del ambiente”, apuntó.
“A diferencia de otras partes del mundo, el avistamiento de ballenas en Uruguay se puede hacer desde la costa”, explicó. “Que estos cetáceos se aproximen muy cerca de tierra firme nos habla de la seguridad que encuentran en las costas de Maldonado y Rocha, lo que nos aporta valor como destino turístico”, analizó.
Las ballenas francas (Eubalaena australis) arriban a las costas de los departamentos de Maldonado y Rocha entre julio y octubre, en busca de aguas tranquilas y templadas para reproducirse, amamantar y cuidar a los ballenatos. Los ejemplares adultos miden entre 14 y 16 metros de longitud, pesan entre 40 y 60 toneladas y se desplazan a una velocidad de entre 15 y 30 kilómetros por hora.
La ruta de las ballenas francas comprende la Antártida, incluye Puerto Madryn, en Argentina, y, luego de su presencia en nuestras costas, el trayecto culmina en Florianópolis, en Brasil.
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