El 29 de junio de 1995, veintinueve mujeres decidieron fundar la Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios del Uruguay. Su objetivo principal: la reivindicación del rol de Ama de Casa y obtener su jubilación.
Lamentablemente después de 29 años, han pasado gobiernos de distintas orientaciones políticas y ninguno ha querido otorgar este justo premio por una vida de trabajo en el hogar. Los políticos nos han dado infinidad de excusas, entre ellas que las arcas del Estado no pueden solventar semejante gasto, pues creen que estamos pidiendo una jubilación no contributiva, sin aportes, pero nunca han escuchado correctamente nuestro reclamo. Nosotros pedimos poder inscribirnos en el BPS como amas de casa, no como costureras u otro oficio. Queremos contribuir para poder obtener el beneficio en el futuro; no buscamos dádivas.
El 29 de junio también es el Día del Ama de Casa. No debemos olvidar que toda mujer que está al frente de un hogar es una ama de casa, independientemente de su actividad laboral remunerada. Sabemos que el ama de casa dedicada al 100% al hogar es una especie en extinción en los tiempos en que vivimos. Nos hacen creer que el trabajo en el hogar embrutece y que no es trabajo. Sin embargo, por un lado, dentro del trabajo en el hogar está la atención a la familia (allí está uno de los significados de la palabra “ama” = querer), y por el otro lado, hay labores como lavar, planchar o realizar los mandados que no tienen un horario determinado, y cocinar, ir a buscar los niños a la escuela, llevarlos al médico, atender a un familiar enfermo, sí lo tiene. Todas estas labores, tanto las que tienen horario como las que no, si las realiza otra persona ajena al hogar, se consideran trabajo y se remuneran, pero si las realiza una ama de casa ni siquiera se le agradece, que es lo mínimo que se pretende. El objetivo no es que se pague a la ama de casa por sus servicios, es que se reconozca su trabajo. El ama de casa es una fuente de ahora, ya que si ella no realiza el trabajo habría que pagárselo a otra persona para que lo haga.
Damas, no menospreciemos el trabajo en el hogar; seamos solidarias entre nosotras. Ganar un salario no nos hace mejor ni peor que aquellas que decidieron quedarse en su hogar cuidando personalmente de su familia. Por otro lado, para que algunas mujeres puedan trabajar fuera de su residencia y realizarse, deben contratar a otras para realizar las tareas domésticas que ellas no pueden cumplir. Sin embargo, cada una de ellas en su vivienda, son amas de casa porque mandan en su hogar (el segundo significado = patrona).
Denigrar las tareas del hogar, diciendo que eso no es trabajo, es denigrar a la persona que lo realiza, ya sea una ama de casa (trabajo no remunerado) o una empleada doméstica (trabajo remunerado). Esto también es violencia de género y no hay ningún colectivo que levante esta bandera para defenderlas.
Una aclaración más: muchos comenzarán a cuestionar ¿qué pasa con los hombres que son amas o amos de casa? Para ellos también corre la misma reflexión. ¿Acaso no se les dice que son unos vagos si se hacen cargo de las tareas del hogar mientras sus cónyuges van a trabajar porque en estos momentos quedaron desempleados? O ¿no hay una generación de hombres que no ayudan a sus parejas porque sienten vergüenza de que sus amigos machistas se enteren y los fastidien?
Todavía queda mucho por cambiar, mucho por hacer, y nosotros trataremos de aportar nuestro granito de arena. Este último año fue muy difícil para la Asociación: varias socias desaparecieron, nuestra presidenta tuvo un accidente doméstico que la dejó sin movilidad por meses y tuvimos que cerrar nuestra sede. Sin embargo, esto no nos ha impedido estar presentes en los Consejos de Salarios, en las Comisiones de Grandes Superficies de los distintos departamentos, asesorando desde nuestra página web, Facebook y por correo electrónico. Esperamos pronto estar de nuevo presentes de forma personal.
Estamos trabajando con un equipo muy importante de personas para realizar un relanzamiento de la Institución. Necesitamos la colaboración de todos para que la Liga siga “Gestando Calidad de Vida”, llevando información y asesoramiento sobre consumidores y empleadores de servicio doméstico a todo el país, como lo hemos hecho a lo largo de estos 29 años y lograr que nuestros legisladores finalmente nos escuchen y obtengamos la jubilación para las amas de casa.
Mabel Lorenzo / Presidente LACCU
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