El Ministerio de Ganadería suspendió los permisos para exportar ganado bovino en pie con destino a faena inmediata, lo que generó alarma entre gremiales rurales y críticas de la oposición. La medida, que busca frenar una acelerada salida de animales del país, afecta acuerdos internacionales y podría generar pérdidas económicas.
El ministro Alfredo Fratti defendió la decisión como “temporal” y negó que se trate de una prohibición. Sin embargo, desde la Asociación Rural y la Federación Rural calificaron la medida como “negativa” y “nefasta”.
Senadores como Sebastián Da Silva (PN) y Pedro Bordaberry (PC) acusaron al ministro de ceder ante presiones frigoríficas y de poner en riesgo la reputación internacional del país.
Turquía, uno de los principales destinos, ya tenía embarques programados, y en Argentina se sigue con atención la posibilidad de ganar terreno en los mercados afectados. La medida evidenció tensiones entre el gobierno y el sector agropecuario, y abrió un debate sobre las políticas ganaderas y comerciales del país.
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