Sifan Hassan, la representante de Países Bajos, que ya generó una de las imágenes impactantes de estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020, aunque por ahora sólo se trató de una serie de clasificación y no de una competencia por las medallas.
El formidable momento ocurrió en la mañana japonesa de este martes, en la serie 2 de los 1500 metros femeninos. Después de escucharse la campana de la última vuelta, la keniana Edinah Jebitok tropezó y se desplomó justo delante de la neerlandesa.
LECCIÓN DEL DÍA: NUNCA TE RINDAS🔝🏃🏽♀️@SifanHassan tropezó con una de sus rivales y se rezagó del resto de competidoras, pero eso no fue impedimento para lograr una de las remontadas más emocionantes y ÉPICAS de #Tokyo2020 🤩#VamosConTokyo https://t.co/8Z9E3xq6Ai pic.twitter.com/SAWs80hk9D
— MARCA Claro (@MarcaClaro) August 2, 2021
Por si fuera poco, por la noche, Hassan volvió a la pista para competir en la final de los 5000 metros… y se quedó con la medalla de oro con mucha comodidad, con un tiempo de 14m36s79/100.
Aunque intentó esquivarla con un salto, no pudo. La pisó en la espalda, cayó de frente y se golpeó la rodilla izquierda contra el tartán. Pero la etíope (nació en Adama hace 28 años, pero se nacionalizó neerlandesa), tiene un espíritu que no sabe de frustraciones ni excusas. Quedaban menos de 400 metros, parecía que la carrera estaba perdida. Pero se levantó y de inmediato se lanzó en busca del pelotón.
Lo que siguió fue una muestra de asombrosa valentía. Antes de llegar a la curva final alcanzó al grupo intermedio. Lo superó por afuera, pero seguía en la octava posición, por lo que su clasificación corría peligro. Ya en la recta principal, alcanzó al pelotón de siete atletas. Y las pasó como si fuera una velocista. Lo hizo otra vez por afuera, por el tercer carril, lo que representa correr algunos metros más que los que transitan los atletas que tienen la “cuerda” de la pista.
Hassan, con un tiempo de 4m5s17/100, cruzó la meta con una ventaja de un metro sobre la segunda, la australiana Jessica Hall. En menos de una vuelta pasó a 13 competidoras. Es cierto que su registro no fue de los mejores, quedó 17a en la clasificación general, que lideró la keniana Faith Kipyegon, con 4m1s40/100. Para entender lo difícil que es levantarse y volver a la carrera en una prueba así, vale mencionar lo que pasó con la desafortunada Jebitok, que provocó el accidente. Terminó 12a en la serie, con un tiempo de 4m10s80/100 y fue 36a en la general, por lo que quedó eliminada.
La historia de Sifan Hassan
Hassan llegó a Holanda como refugiada, en 2013, y fue derivada a Eindhoven. Lo primero que hizo fue comenzar a estudiar enfermería. En simultáneo, practicaba atletismo.
Su carrera fue modelada en el Proyecto Nike Oregon (NOP), por el entrenador cubano Alberto Salazar, un exfondista que se nacionalizó norteamericano. Con él, Hassan llegó a ganar el doble campeonato mundial en 1500 y 10.000 metros en Doha 2019.
Pero una investigación por los antecedentes de Salazar terminaron manchando su conquista. El NOP fue acusado de traficar testosterona. Todos los atletas incluidos en el programa quedaron bajo sospecha, aunque no había prueba alguna de casos de doping.
Cuando se conoció la noticia, Hassan escribió en sus redes sociales: “Estoy en estado de shock. Pero quiero dejar claro que la investigación corresponde a una época anterior a mi ingreso en el NOP y por lo tanto no tiene nada que ver conmigo”.
Hasta Sebastian Coe, presidente de la IAAF World Athletics, la defendió. “Una cosa es el proceso abierto contra Alberto Salazar y otra, sus atletas. Debemos confiar en su integridad. Todo lo que podemos hacer es recomendarle a los atletas que abandonen cualquier contacto con Salazar”.
Barney Ronay, de The Guardian, lanzó una dura crítica contra Coe. “Dice que tiene al asesino, pero encontró el cuerpo. Que hubo doping, pero ningún atleta dio positivo”, escribió con ironía.
Bajo esa sospecha vive Hassan, que en Río 2016 sólo consiguió un quinto puesto en los 1500 y busca en estos Juegos Olímpicos sus primeras medallas.
Hassan tiene todos los récords europeos en carreras de semifondo y fondo, entre los 1500 metros y la media maratón. Posee el récord mundial de la milla (1609 metros), una distancia que tiene valor en los Estados Unidos, pero que no es representativa de las competencias internacionales.
Más allá de las sospechas por un confuso caso de doping, fue protagonista de una recuperación fantástica en Tokio. Esta misma mañana (noche japonesa), correrá la final de los 5000 metros. Por ahora no necesitó ganar medallas para hacerse notar.
LA NACION
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