Un líquido de color turquesa corrió por la calle hasta llegar a la Rambla y posteriormente desembocar en el mar, lo que generó preocupación entre vecinos y pescadores de la zona.
Un pescador artesanal se comunicó esta mañana con la Subprefectura de Piriápolis, que de inmediato inició una investigación. Siguiendo el rastro del líquido, los efectivos llegaron a una obra en construcción ubicada en la calle Maipú.
En el lugar se informó que el derrame correspondía a un producto no tóxico, utilizado para detectar posibles filtraciones en una azotea. Se trataba de agua con colorante, empleada para pruebas de impermeabilidad.
Consultado por RADIO RBC, el subprefecto de Piriápolis, capitán Ignacio Álvez, confirmó que la unidad actuó apenas recibió la denuncia y llevó adelante todas las gestiones correspondientes ante la Dirección de Ambiente de la Intendencia y el Ministerio de Ambiente.
Tanto la Subprefectura como las autoridades del Ministerio e Intendencia activaron el plan de contingencia establecido para estos casos. Según la información aportada incluso por el propio proveedor del producto, se confirmó que la sustancia derramada no representa riesgo para el entorno.
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