Una mujer falleció tras ser mordida por una serpiente venenosa en San Carlos. Ante este trágico accidente, RADIO RBC se comunicó con Ignacio Echandy, de Alternatus Uruguay, quien compartió su reacción sobre el caso.
“Es algo terrible, nos tiene realmente sorprendidos. Este tipo de accidente ofídico, que derive en la muerte en tan poco tiempo, es algo nuevo incluso para la ciencia. Si bien la información que manejamos indica que la causa de la muerte fue un paro cardiorrespiratorio de origen desconocido, lo impactante es que la mujer fue mordida por una serpiente y falleció apenas una hora después. No importa si fue por el susto o por el veneno, lo importante es que la persona murió después de ser mordida”, explicó Echandy.
“Lo que nos deja atónitos es que, tras haber revisado toda la bibliografía disponible sobre esta especie y haber estudiado diversos casos, nunca habíamos visto algo así. Existen personas que reciben el suero antiofídico dos o tres días después de la mordedura sin problemas, y a mí mismo me mordió una yarará, igual que a la señora, y no tuve complicaciones, aunque demoré una hora en llegar al hospital”, continuó.
El experto resaltó que los accidentes ofídicos son impredecibles, ya que muchos factores pueden influir, como el estado de salud previo de la persona mordida. “Es algo nuevo que nos deja muy angustiados, porque nadie quiere que esto ocurra, y trabajamos constantemente para prevenirlo. Aquí, en esta zona, hemos estado trabajando durante 12 años para minimizar los riesgos. Las construcciones con decks y contenedores, sin quererlo, actúan como criaderos para las serpientes”, indicó.
Echandy también explicó que la urbanización ha generado un entorno que involuntariamente atrae a las serpientes al ofrecerles comida y refugio. Además, mencionó que los depredadores naturales de las serpientes, como zorros, zorrillos, hurones y comadrejas, han sido desplazados debido a la actividad humana. “Estamos retirando a los depredadores, lo que ha hecho que las serpientes encuentren un lugar seguro. Esto, sumado a los cambios en la urbanización, ha generado un ambiente donde las serpientes están proliferando”, comentó.
Finalmente, Echandy aclaró que su equipo trabaja para trasladar las serpientes a zonas alejadas de las viviendas, en montes donde sus depredadores naturales puedan controlar su población, buscando así un equilibrio.
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