El capo narco Sebastián Marset estaba bajo la lupa de Inteligencia de Uruguay desde 2018

El capo narco Sebastián Marset estaba bajo la lupa de Inteligencia de Uruguay desde 2018

El capo narco uruguayo de 31 años, Sebastián Marset, estaba bajo la lupa de Inteligencia de Uruguay desde 2018, dijo a El País una fuente de la investigación. Su nombre, hasta hace pocos días desconocido en la esfera pública, ya era identificado por las autoridades como el posible responsable de varios cargamentos de droga que fueron incautados en el país.

“No se sabe cuánta cocaína traficó Marset por Uruguay. Lo que se incauta es una pequeña cantidad de lo que pasa. Hay una cifra oscura sobre la cantidad de droga que realmente pasa por el país”, aseguró la fuente.

El narcotraficante mantenía un perfil bajo en Uruguay y se desempeñaba como empresario —mayormente vinculado al mundo de la música— y contratista de fútbol.

Pero cuando viajó a Paraguay comenzó a ostentar una vida de millonario: era un conocido productor de espectáculos, tenía un taller de autos de alta gama y llegó a ser jugador de fútbol profesional en Deportivo Capiatá durante algunos meses. Desde la semana pasada, tanto Uruguay como Colombia, Paraguay y Argentina asisten a un escenario en el que “nuevas” organizaciones del narcotráfico surgen y donde una de ellas es liderada por Marset.

El nombre del uruguayo no solo figura en las direcciones de droga de estos países de Latinoamérica, sino que también lo busca la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA). 

Entretanto, en las últimas horas trascendió que la excónsul en Emiratos Árabes Unidos, Fiorella Prado, solicitó al menos en dos oportunidades que se le indicara cómo proceder con la solicitud de tramitación y expedición del pasaporte de Marset debido a advertencias que le habían llegado, informó El Observador.

La diplomática informó a la Cancillería que Marset estaba preso por ingresar a Dubái con un pasaporte paraguayo falso y consultó si ella debía ir a tomarle las huellas dactilares a la cárcel.

El País / La Red21

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