Por su extrema variabilidad en su comienzo y la multiplicidad de síntomas el diagnóstico puede ser difícil durante las primeras etapas.
El tratamiento inmunomodulador con Interferon beta o glatiramer, cubierto por el Fondo Nacional de Recursos desde 2008, puede lograr la estabilización clínica, con un menor número de empujes o “brotes” de la enfermedad. Desde 2021 el Fingolimod se encuentra cubierto como indicación de primera línea, ya que previamente se indicaba solo frente al fracaso de los anteriores.
La rehabilitación -que forma parte fundamental del tratamiento integral- necesariamente debe ser multidisciplinaria, dada la multiplicidad de síntomas y deficiencias. Tiene como objetivo minimizar la discapacidad, mantener en su máximo el funcionamiento de la persona, promover sus actividades en todo el espectro posible, incentivar la participación social y mejorar la calidad de vida.
Las tecnologías asistivas como ortesis y otras ayudas técnicas, pueden estar indicadas en circunstancias específicas para mejorar las funciones alteradas y mejorar la independencia.
Algunos problemas especiales como la rigidez muscular (espasticidad), trastornos del equilibrio, trastornos esfinterianos y sexuales y la depresión, entre otros, pueden requerir tratamientos específicos.
Los colectivos de pacientes pueden contribuir enormemente a sostener e informar a las personas portadoras de la enfermedad.
En nuestro país existe una organización civil, la Esclerosis Multiple Uruguay (EMUR), miembro asociado a la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple con sede en Londres. Esta organización está dedicada a informar, orientar, educar, apoyar y acompañar a las personas con Esclerosis Múltiple. Se puede acceder a su página web en la dirección http://emur.org.uy/wp/