Este martes 8 de octubre, la candidata a senadora por el espacio 609 del MPP, Blanca Rodríguez, junto a especialistas, intercambiaron ideas y propuestas sobre salud mental en un conversatorio realizado en Montevideo. En el espacio Sinergia Ejido, estuvieron, además, el psiquiatra Gabriel Rossi; la psicóloga Ana Inés Machado; y el neurólogo Federico Preve Cocco, para poner el foco en el Plan 2025-2029, frente a la necesidad de atender la situación actual en salud mental como emergencia nacional.
En la apertura, Rodríguez indicó que, durante la campaña, en la recorrida por distintos departamentos del país, las personas “no mencionan la inseguridad ni la economía” como una de las mayores preocupaciones de los uruguayos, sino que “mencionan la salud”.
“Una de las dificultades es el acceso a especialistas, medicamentos, la espera por una consulta de meses y hasta de un año, excediendo todo lo que está establecido al respecto, tanto en ASSE como en instituciones privadas”, aseguró.
“Sin embargo, cuando se empieza a indagar un poco más, aparece la salud mental como una preocupación muy angustiante para las personas porque se sienten sin respaldo y no tienen a quien recurrir”, afirmó.
Rodríguez recordó que, antes, la salud mental “era un tema tabú, asociado a patologías extremas y encierro. No se podía ni informar de los suicidios. Se consideraba que sucedía el fenómeno contagio y, sin demasiada base científica, se pensaba que el suicidio se daba por imitación, desde una creencia del siglo XIX. Lo mismo sucedía con otras patologías de salud mental”, expresó.
Además, reconoció que las personas comenzaron a vincular al suicidio como un tema de salud mental, así como el consumo problemático de drogas: “La sociedad no siente que esto les esté llegando”, expresó en referencia a la ausencia de soluciones en esta materia y llamó a buscar estrategias.
Por su parte, Federico Preve afirmó que “actualmente existe una desintegración total en el abordaje de salud mental”. Recordó la existencia de un plan que se desarrolló luego de la Ley de Salud Mental, entre 2017 y 2019, “que iba a empezar a implementarse en 2020 y no se hizo”, y agregó: “Hay que ir a las bases de ese plan desde el abordaje de la comunidad con equipos interdisciplinarios”, dijo en referencia a la creación de un Plan Integrado de Salud Mental.
“En el próximo quinquenio hay que cerrar esas estructuras únicamente psiquiátricas y atender a las personas en hospitales generales, así como tener casas de medio camino para la reinserción en la comunidad de esas personas con problemas mentales más difíciles, además de un abordaje comunitario para todo el resto para atender depresión, ansiedad, adicciones y prevención del suicidio”, consideró.
“Hablamos de salud mental desde la patología y no desde la historia personal, contexto, educación, cultura, arte, etc.”, como otras dimensiones importantes: “Hay un desamparo del Estado y de la sociedad”, expresó el neurólogo, quien subrayó la importancia de que equipos de psicología trabajen en liceos, centros deportivos y en lugares de recreación. “Tenemos que tener propuestas concretas para solucionarlo con un abordaje interdisciplinario que dé continuidad, cercanía, empatía y contención en un eje de integración tanto en lo público como en lo privado”, finalizó.
Por otra parte, los especialistas Ana Inés Machado y Gabriel Rossi compartieron la importancia de atender la salud mental en la primera infancia y la adolescencia y no solo “preocuparnos cuando pasa algo grave”, según Rossi.
Asimismo, reconocieron las diversas aristas que afectan a la salud mental, además de las mencionadas, como el alcohol, las apuestas, el consumo de marihuana, la brecha entre la educación pública y privada, así como la falta de presupuesto y la necesidad del control de calidad de atención.
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