El plebiscito contra la reforma de la seguridad social es el tema central de la campaña electoral, ya que puede cambiar significativamente la vida de los trabajadores y los sectores populares. Solo hay una papeleta disponible, por lo que quien no vote con esa papeleta estará apoyando el “NO”. Así lo expresó Eduardo Rubio, candidato al Senado por la Unidad Popular – Frente de Trabajadores (UP-FT) y exdiputado, durante una entrevista en “LA TARDE DE RBC” con Agustina Flores.
“Este es el tema más importante de la campaña. Es la oportunidad real de cambiar las cosas en beneficio de los trabajadores y los sectores populares”, afirmó Rubio. “Este plebiscito es claro y decisivo: solo hay una papeleta, la del ‘Sí’. No votar con esa papeleta equivale a votar ‘NO'”, añadió.
Rubio criticó a aquellos que buscan alternativas al plebiscito, mencionando a Jimena Pardo, asesora del Frente Amplio en materia de seguridad social, quien defiende el sistema de las AFAP. “No hay tercera vía. El 27 de noviembre se trata de un ‘Sí’ o un ‘No’. No ensobrar la papeleta del ‘Sí’ es votar ‘NO'”, enfatizó.
Rubio destacó tres puntos fundamentales de la reforma propuesta:
1. **Aumento de la jubilación mínima:** Se pretende elevar la jubilación mínima al mismo nivel que un salario mínimo nacional, lo que significaría un aumento de los actuales 17.800 pesos a aproximadamente 22.000 pesos. Las pensiones, que hoy rondan entre 10.000 y 12.000 pesos, también se incrementarían a 22.000 pesos. Rubio cuestionó la justicia de que un jubilado viva con tan poco después de haber trabajado toda su vida.
2. **Eliminación de las AFAP:** Rubio denunció que las AFAP utilizan el dinero de los trabajadores para realizar inversiones que benefician a unos pocos, incluyendo la compra de deuda emitida por el gobierno. Criticó el sistema por ser inmoral, ya que presta a los ciudadanos su propio dinero y les cobra intereses.
3. **Exoneraciones fiscales y subsidios:** Rubio señaló que el costo de la reforma, estimado en 460 millones de dólares anuales, es inferior al subsidio que se otorga a la caja militar y a las exoneraciones fiscales concedidas a grandes empresas, que suman 5.000 millones de dólares anuales.
Finalmente, Rubio criticó a Rodolfo Saldain, impulsor de la reforma de las AFAP en 1995, por admitir ahora que el sistema necesita otra reforma. “Hace treinta años nos dijeron que esta reforma resolvería todos los problemas, y ahora nos dicen que hay que reformar de nuevo. ¿Nos mintieron o se equivocaron?”, concluyó.
