La tragedia aérea deja como saldo 67 muertos, cuyos cuerpos todavía estaban siendo rescatados de un abismo en el que cayó la aeronave cerca de la ciudad de Pokhara.
Nepal conmemora este lunes (16.01.2023) un día de luto nacional tras el desastre aéreo del domingo en el que murieron al menos a 67 personas, entre ellas una argentina, en la peor catástrofe de ese tipo en el país en tres décadas.
La nave, un ATR 72 de la compañía Yeti Airlines procedente de Katmandú, la capital nepalesa, se estrelló con 72 personas a bordo -68 pasajeros y los cuatro miembros de la tripulación- poco antes de las once de la mañana hora local (05H15 GMT) cerca de Pokhara (centro), donde debía aterrizar.
La aeronave en llamas fue encontrada en un precipicio de 300 metros de profundidad, entre el antiguo aeropuerto construido en 1958 y la nueva terminal internacional inaugurada el 1 de enero en Pokhara, puerta de entrada de senderistas de todo el mundo.
Soldados usaron cuerdas para recuperar los cuerpos del fondo del barranco desde las últimas horas del domingo y las primeras del lunes.
“A causa de la niebla, la búsqueda se ha interrumpido. La reanudaremos en una o dos horas, cuando mejore el clima”, informó el oficial de policía AK Chhetri en la madrugada del lunes.
“Se han llevado 31 (cadáveres) a los hospitales”, había indicado a la AFP el oficial más temprano.
15 extranjeros viajaban en la aeronave
A bordo del avión iban 15 extranjeros: cinco ciudadanos de India, cuatro rusos, dos coreanos, un australiano, un irlandés y un francés, precisó el portavoz de la aerolínea, Sudarshan Bardaula.
También una pasajera argentina que fue identificada como Jannet Sandra Palavecino, de 58 años, madre de dos hijas y oriunda de la provincia de Neuquén (suroeste), según el diario La Nación de su país.
Tras el accidente, los rescatistas trataron de sofocar el fuego entre los restos del aparato, un ATR 72 propulsado por dos motores turbohélice.
Un representante de las autoridades locales aseguró que “algunos supervivientes” fueron llevados al hospital, pero esta información no fue confirmada por Yeti Airlines ni por otros responsables.
En un comunicado fechado en Toulouse, en el sudoeste de Francia, ATR, el fabricante del avión, precisó que se trataba de un modelo 72-500, y agregó que sus especialistas estaban “plenamente comprometidos para apoyar tanto la investigación como el cliente”, Yeti Airlines.
dw
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