La actividad económica en el año 2020 disminuyó 5,9% respecto al año 2019, mientras que en el cuarto trimestre se registró una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 2,9% en términos interanuales. Sobre estos resultados incidió la emergencia sanitaria asociada al COVID-19, afectando la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de los establecimientos productivos.
En términos desestacionalizados, la actividad económica se incrementó 1,7% respecto al trimestre inmediato anterior. Desde el enfoque de la producción, este desempeño se explica por la mayor actividad de la Construcción, los Servicios profesionales y Arrendamiento y el Transporte, mientras que desde la perspectiva del gasto, la recuperación se vincula al mayor dinamismo de la demanda interna, tanto de la Formación bruta de capital fijo como del Gasto de consumo final de los hogares y el Gobierno.
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