La Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, pidió a los países identificar las tendencias específicas de la pandemia de COVID-19 según sus contextos únicos y advirtió que reducir las medidas de distanciamiento “demasiado pronto podría acelerar la propagación del virus y abrir la puerta para un aumento dramático o para su propagación a áreas adyacentes.”
En una sesión informativa con periodistas, la doctora Etienne manifestó además su “especial preocupación” por Haití en el contexto de la pandemia, y advirtió sobre los peligros de un brote a gran escala en ese país, algo que sumado a la difícil situación que atraviesa, podría desencadenar una crisis humanitaria. “Se necesita una coalición mucho más amplia para abordar una posible crisis de salud en el país”, aseveró.
Desde que se informó el primer caso de COVID-19 en las Américas hace más de tres meses, el virus se ha propagado a todos los países de la región, lo que ha provocado más de 1,4 millones de casos y más de 86.000 muertes hasta el 4 de mayo.
Panorama de la región
La doctora Etienne Etienne señaló que en muchas áreas de la región el número de casos se duplica en pocos días, como sucede en Estados Unidos, Canadá, Brasil, Ecuador, Perú, Chile y México. “Este es un indicador preocupante que nos dice que la transmisión es aún muy alta en esos países, y que deben implementar toda la gama de medidas de salud pública disponibles: pruebas exhaustivas, seguimiento de contactos, aislamiento de casos y, por supuesto, distanciamiento físico”, subrayó.
La Directora de la OPS señaló que en América del Norte es importante mantener medidas especiales para proteger a los grupos más vulnerables, en particular en lugares donde el virus no ha impactado aún. En América Central, es imperativo aumentar la capacidad de testear, mientras que en América del Sur aumenta la preocupación por más casos que se reportan en pueblos más pequeños con capacidad hospitalaria limitada, describió. Por otra parte, en el Caribe, dijo, la mayoría de los países parece estar en el comienzo de sus brotes, pero han implementado medidas estrictas de salud pública que en algunos casos parecen tener un impacto en disminuir la diseminación del virus.
No todas las comunidades se ven afectadas de la misma manera, por lo que cada país debe ajustar su enfoque a lo que sucede a nivel de distrito, ciudad o estado”, afirmó.
La doctora Etienne destacó que cualquier decisión debería basarse en los datos. “Analicen las tasas de nuevos casos y de muertes, evalúen la capacidad de camas en los hospitales y determinen qué les dicen sobre la propagación del virus”, instó. “La presión social y económica que estamos viendo ahora será aún mayor si no contenemos el virus, si eliminamos las medidas de control de forma prematura y abrumamos la capacidad de nuestros sistemas de salud”, consideró.
Haití, gran preocupación para la OPS
“Estamos especialmente preocupados por Haití y quiero advertir sobre una crisis humanitaria inminente”, dijo la Directora de la OPS, quien describió la situación como “una tormenta perfecta que se acerca”.
Si bien el país ha reportado solo 100 casos, ya hay 17.000 haitianos que han regresado de la República Dominicana, donde hay transmisión comunitaria, y se espera que este número llegue a 55.000 en dos semanas.
La doctora Etienne destacó la capacidad limitada del sistema de salud de Haití. “Hay pocas camas para tratar pacientes con COVID-19, un número insuficiente de profesionales de la salud y equipos de protección personal también insuficientes”, sostuvo. “La seguridad de los hospitales designados para COVID-19 y la seguridad de los trabajadores de salud es motivo de gran preocupación”, agregó.
La Directora de la OPS señaló que la mayoría de los haitianos no tienen acceso a agua potable y saneamiento, y “muchos viven en hogares superpoblados donde la cuarentena y el aislamiento son desafiantes”. Además, dijo, “existe el riesgo real de que la creciente inseguridad alimentaria provoque hambruna. Los disturbios civiles, una situación política difícil y la seguridad precaria pueden complicar aún más la situación.”
La OPS está trabajando con las autoridades de salud de Haití y otros socios para fortalecer la organización de los servicios de salud, las pruebas de laboratorio y la disponibilidad de equipos de protección personal, así como capacitando a los trabajadores de la salud para atender a pacientes con COVID-19. “Pero se necesita una coalición mucho más amplia para abordar una posible crisis de salud en el país”, aseveró la doctora Etienne.
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