El Consejo de Educación Técnico Profesional-Universidad del Trabajo del Uruguay (CETP-UTU) reconoció a 60 jóvenes autores de proyectos de valor creativo y educativo que cursaron especialidades tecnológicas en los Centros Educativos Comunitarios (CEC) del organismo ubicados en Casavalle, La Teja, Casabó y Bella Italia, en Montevideo, y en los de Maldonado Nuevo y Lomas de San Martín, en el departamento de Maldonado.
Como cierre de 2018, las autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), encabezadas por su presidente, Wilson Netto, realizaron un acto de reconocimiento a 60 estudiantes de seis Centros Educativos Comunitarios, la experiencia surgida en 2014 como proyecto educativo inclusivo destinado a atender las necesidades en materia de capacitación de adolescentes de entre 12 y 17 años que culminaron la educación primaria y están o no incorporados a la media.
Las distinciones de proyectos de valor creativo y educativo, entregadas en la Torre de Antel, recayeron en alumnos de centros ubicados en los barrios montevideanos de Casavalle, La Teja, Casabó y Bella Italia, y en los de Maldonado Nuevo y Lomas de San Martín, en Maldonado.
Netto, acompañado por el director ejecutivo del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional, Eduardo Pereyra, elogió los resultados logrados por los estudiantes que, a su juicio, “son la muestra material de que en Uruguay, en términos de educación, hay mucho por hacer”. Agregó que, cuando se hace algo diferente, se ven los logros.
El titular de la ANEP ponderó la capacidad de innovación de profesores y los definió como “constructores de políticas educativas”.
El proyecto se desarrolla a través de la modalidad de talleres en los que se imparte Informática, Audiovisual y Robótica. También se dictan áreas transversales que completan la formación integral de los beneficiarios como Matemática, Lengua, Filosofía y Deporte.
Las especialidades que se cursan son todas de alta demanda en el mercado de trabajo, lo cual transforma a estos establecimientos en referentes en materia de inserción social y laboral. Los cursos se organizan en torno a tres ciclos: de adaptación y expectativa; de avance del proceso y delimitación de la continuidad educativa, y de acompañamiento y seguimiento de la continuidad educativa.
Al finalizar cada ciclo, los adolescentes reciben una certificación de logros y pueden continuar formándose en los CEC por un máximo de 18 meses. Completada la instancia de formación por esa modalidad, los egresados reciben una acreditación correspondiente al primer año de Ciclo Básico.
El propósito es generar ámbitos que propicien oportunidades para el desarrollo y la continuidad educativa, la integración social, la convivencia y el desarrollo de la creatividad y el pensamiento crítico, explicaron las autoridades.
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