El Ministerio de Salud Pública dispuso nuevas medidas para fortalecer el diagnóstico oportuno de sífilis y VIH en todo el país, con especial énfasis en el control durante el embarazo. La actualización normativa establece la obligatoriedad de contar con pruebas rápidas de sífilis y VIH en los servicios de emergencia, atención ambulatoria, consultas prenatales y maternidades.
La disposición indica que a toda persona gestante se le debe ofrecer la prueba rápida de sífilis en la primera consulta prenatal, sin importar la edad gestacional, y nuevamente en el momento del nacimiento o puerperio si no cuenta con controles previos. También se recomienda realizar la prueba a su pareja en cualquier consulta en la que acompañe a la gestante.
En el caso del VIH, la prueba rápida —u otra modalidad de tamizaje— deberá ofrecerse en la primera consulta prenatal después de la semana 14, y nuevamente al momento del nacimiento o puerperio si no existe un resultado previo. Del mismo modo, se sugiere realizarla a las parejas en cualquier instancia del proceso gestacional.
Las pruebas de tamizaje para sífilis y VIH deben repetirse durante el segundo y tercer trimestre, siguiendo las pautas nacionales. También deben ofrecerse pruebas rápidas en situaciones de diagnóstico o sospecha de infecciones de transmisión sexual, ante una exposición de riesgo, en poblaciones vulnerables o cada vez que la persona lo solicite. En todos los casos, el procedimiento requiere consentimiento informado verbal y acompañamiento profesional.
Ante un resultado reactivo de sífilis, durante el embarazo o fuera de él, las instituciones deberán asegurar el inicio inmediato del tratamiento correspondiente tanto para la persona afectada como para sus parejas sexuales. Asimismo, se mantiene la obligación de realizar las notificaciones al Sistema Nacional de Vigilancia.
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