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Mercosur celebra su cumbre en Río de Janeiro con expectativas a la baja sobre el acuerdo de la UE

En el evento estaba previsto anunciar la firma del pacto comercial, pero las declaraciones en contra del presidente de Francia y las reticencias de Argentina truncaron la iniciativa.

Tras más de 20 años de idas y venidas, la Cumbre del Mercosur que se inicia este miércoles en Río de Janeiro, se presentó como la gran oportunidad para anunciar la firma del acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), pero las declaraciones en contra del presidente de Francia, Emmanuel Macron, y las esperables reticencias de Buenos Aires truncaron la iniciativa.

La expectativa era que el acuerdo del bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay fuera anunciado durante la presidencia española del Consejo de la UE y de la brasileña del Mercosur, que culminará el jueves en Río de Janeiro, cuando Luiz Inácio Lula da Silva pase el mando pro tempore al mandatario de Paraguay, Santiago Peña, quien ya dejó claro que priorizará otros mercados antes que el europeo.

El acuerdo para lanzar la zona de libre comercio más grande del mundo –más de 800 millones de consumidores– se negocia desde 1999. Las discusiones se interrumpieron en 2004 y se reanudaron en 2010, y aunque fue firmado en 2019 no ha sido ratificado aún por las trabas de varios países europeos, especialmente de Francia.

Para salir de esa parálisis, la UE propuso este año establecer un protocolo adicional, con cambios en el capítulo sobre comercio y desarrollo sostenible, que incluye obligaciones, especialmente en materia ambiental, y sanciones en caso de incumplimiento. Pero esto desagradó a los países del bloque, especialmente a Brasil y Argentina. 

Las negociaciones se impulsaron de nuevo en junio, tras una reunión entre Lula y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y desde entonces, ambos han estado trabajando para completarlo este año.

“Un acuerdo anticuado”

Aunque la postura de Francia es de sobra conocida, las declaraciones del presidente en la Cumbre Climática Mundial (COP 28) en Dubái cayeron con un jarro de agua fría, pocos días antes del encuentro de los países del Mercosur en Brasil.

Macron tildó el acuerdo de “anticuado”, dijo que “no es bueno para nadie” y que “no tiene en cuenta la biodiversidad y el clima”. El mandatario francés explicó que “no puede pedir a los agricultores y a las industrias francesas, y a las de toda Europa, que hagan esfuerzos, apliquen nuevas prácticas para descarbonizar y eliminar ciertos productos”, y luego decir que va “a eliminar todos los aranceles para introducir productos que no aplican estas reglas”.

A pesar de ello, fuentes diplomáticas brasileñas afirman que las negociaciones continuarán porque existe un interés de la Comisión Europea en cerrar el acuerdo. Por el momento, Macron anunció que visitará Brasil en marzo, cuando se espera que se aborde el asunto.

Por su parte, esta semana, Lula aseguró que no “desistirá” en su empeño por alcanzarlo y que estos días en Río de Janeiro se resolverán “algunas cuestiones técnicas que aún existen”.

“No están dadas las condiciones”

Por otro lado, desde Argentina, el ministro de Asuntos Exteriores, Santiago Cafiero, declaró que “no están dadas las condiciones para firmar el acuerdo”.

Pero es que, además, la cumbre se celebra tres días antes de la toma de posesión de Javier Milei el próximo 10 de diciembre en Buenos Aires, con lo que le resta fuerza.

Y más si se tiene en cuenta que, durante su campaña, Milei afirmó que no tenía interés en el acuerdo e incluso aseguró que abandonaría el Mercosur, al que calificó de “unión aduanera de mala calidad”.

Al ganar las elecciones, el presidente electo cambió su discurso y aunque su futura canciller, Diana Mondino, se mostró favorable al acuerdo, aún no está claro qué dirección se tomará.

Otra variable negativa para el contexto de esta cumbre es el hecho de que, después de España, la presidencia semestral del Consejo de la UE está a manos de Bélgica, uno de los países reticentes al acuerdo.

Bienvenida a Bolivia

La Cumbre de Río será la ocasión para la bienvenida a Bolivia como nuevo miembro del bloque sudamericano. El país andino, que tiene una gran importancia por sus enormes reservas de gas y litio, pasará a integrar una unión aduanera de más de 300 millones de habitantes.

Su ingreso se concretó la semana pasada, después de que el Senado de Brasil aprobara su adhesión (el último país que faltaba por hacerlo).

El Mercosur firmará también en la cumbre el acuerdo de libre comercio acordado con Singapur en 2022 y anunciará que está negociando acuerdos similares con la República Dominicana y El Salvador.

RT

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